Aún falta para que salga mi vuelo. Esta vez he llegado con suficiente antelación, y me encuentro escrutando los rostros de aquellos que esperan como yo.
La verdad que tengo suerte porque puedo viajar en avión, en vez de en ALSA. Aunque nunca se sabe, ya que por las condiciones climáticas típicas de Asturias, o me dan la vuelta o me llevan a Santiago de Compostela, que no de Chile. De eso hablaremos otro día.
Madrid es la tercera ciudad de Asturias, al igual que Miami es la segunda de Cuba. ¿Cuántos asturianos residen en la capital de España? No sé, muchos. Hay que tirar de estadísticas y no me apetece. Los garbanzos hay que buscarlos, y Castilla tiene más plantaciones, aunque ahora los comemos de Méjico.
No soy una leyenda urbana, pero lo fui. Las leyendas saben de que estoy hablando. Los que no, que investiguen, que entren en internet o pregunten por ahí.
Lo que soy lo se yo y los que me rodean. Si alguien quiere saber que me pregunte. Pero las leyendas existen en carne y hueso, y no son leyendas, son realidades palpables.
Los hacedores de empleo están en el limbo, pero de los injustos, y hacen que la gente huya despavorida de sus garras, al menos en Asturias.
Asturias, si yo pudiera...
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