lunes, 31 de marzo de 2014

Caso Gürtel = Caso PP. Capítulo XI y último

Voy a transcribir literalmente la serie de artículos escrita por José María Izquierdo, veterano periodista de El País, sobre el Caso Gürtel. El interés de este foco de corrupción, hace que lo incluya en mi blog, por si alguno de los lectores no hubiera tenido acceso al mismo. Son once capítulos, fruto de un exhaustivo trabajo de investigación que merece la pena leer.
Saquen sus propias conclusiones.
Enlace: Capítulo I
Enlace: Capítulo II
Enlace: Capítulo III
Enlace: Capítulo IV
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Enlace: Capítulo VI
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Aquí ponemos fin a esta serie. Queda un largo trecho, quizá un año, para que los acusados se sienten en el banquillo. Hay que felicitarse por lo conseguido, que no es todo pero es mucho.

Y ahora es el turno de Ruz y Valencia

Sus más de 2.000 tomos hacen del caso Gürtel el más voluminoso que se ha visto en la Audiencia Nacional, ya de por sí acostumbrada a grandes causas. Más de cien imputados y casi otros tantos abogados defensores: más de 80. Ya dijimos que se han cursado 147 comisiones rogatorias a 21 países. Y en Valencia hay abiertas seis causas para el mismo caso. Jueces, oficiales de juzgados, secretarias, decenas de técnicos de Hacienda y de policías han dedicado miles y miles de horas de trabajo a esta minucia que decía el PP. La lista de presuntos delitos es larga, larga: blanqueo de dinero, cohecho, fraude fiscal, prevaricación, tráfico de influencias, falsedad en documento público, oficial y mercantil, financiación ilegal, malversación de caudales públicos… ¿Volumen económico? Todavía imposible de calcular, pero piensen, seguramente, en unas cuantas decenas de millones o incluso cientos. Un dinero.

Quienes conocen bien el caso creen que este mes de febrero, justo a los cinco años de aquellos autos de Garzón, el juez Pablo Ruz puede tener ya todos los datos sobre su mesa, porque habrán acabado de llegar los informes de la UDEF, la Intervención General del Estado y la Agencia Tributaria. Incluso ya están aquí los resultados de todas las comisiones rogatorias enviadas a Suiza y a otros países, incluidos varios paraísos fiscales y hasta la Sección Cuarta de la Audiencia decretó el martes pasado que la práctica totalidad de las pruebas obtenidas durante los cinco años de investigación del caso Gürtel son válidas, porque las escuchas ordenadas por Garzón "no contaminan el resto de la causa". De nuevo, fracaso de las defensas para intentar anular el proceso.

Pablo Ruz, un juez joven, tiene 38 años, y escasamente conocido del gran público, se hizo cargo provisionalmente del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional en junio de 2010, tras el triunfo de la persecución contra Garzón. Desde entonces ha llevado a cabo un trabajo gigantesco en un juzgado que tiene a su cargo, además, otros muchos casos, entre ellos algunos tan importantes y mediáticos como la SGAE -unos 120 tomos-, Nueva Rumasa o, últimamente, Pescanova o Neymar. Todo un despropósito de acumulación de trabajo -y responsabilidad- para un solo juez.

Hay quien duda de que sea posible celebrar un macrojuicio con más de cien acusados sentados en un banquillo kilométrico. Pero fuentes que conocen bien los entresijos de la Audiencia y la complejidad de Gürtel, creen que el juez Ruz podría estar pensando en separar el caso en dos -hay antecedentes muy conocidos, como el caso KIO- y dejar para una segunda fase algunos aspectos concretos. Con todo, hay que tener en cuenta que Bárcenas debería ser juzgado en el primer bloque, porque las causas con preso tienen preeminencia. Boadilla y Arganda, dada la complejidad de las cuentas en el extranjero, podrían quedarse para una segunda fase. Se dejaría así dos juicios de una medida manejable. Se opondrán algunos defensores, que preferirían, si no hay más remedio que ir a juicio -aún intentarán la nulidad por otras vías-, el jaleo y la confusión del macrojuicio. La teoría del río revuelto. ¿Y hay fecha en el horizonte para esa vista? Las mismas fuentes confían en que sea el año próximo, el 2015, el definitivo. Muchos años desde el inicio de la instrucción para los profanos, pero no excesiva tardanza para los criterios de un sistema tan garantista como el español y en el que muchos de los acusados, y el PP en primer lugar, de manera deplorable, han puesto todos los palos posibles en las ruedas de la maquinaria judicial.

Aunque es cierto que la justicia no siempre va lenta. Con Baltasar Garzón, (Torres, Jaén, 1955) fue incluso a velocidad de Usain Bolt. Porque por ahora, el resumen judicial del caso Gürtel es descorazonador. Ya hemos visto que hay, hasta el momento, un solo condenado de primera división: Baltasar Garzón, mientras también hay un absuelto de primera división: Francisco Camps. La realidad, a veces, parece una broma de mal gusto.

En Valencia la escasez de medios sí es patente. Con 53 imputados por Gürtel, pero otros tantos por distintos casos de corrupción -Blasco, Brugal, Alperi-, los cuatro jueces solo cuentan con dos secretarios judiciales y siete funcionarios. Sirva como dato risible que solo hay una fotocopiadora, que además sirve de escáner, lo que hace que las colas para recoger la documentación se hagan interminables. Hace un mes que se ha conseguido un juez de apoyo. Y hay, parece mentira, dos jueces anticorrupción que han trabajado, y trabajan, con un afán y un rigor encomiables. Allí, las seis causas van a tener que esperar meses incluso para tener fecha de juicio. El caso Fitur ya está cerrado para la vista, pero como se está celebrando otro juicio por corrupción, el caso Blasco, no podrá fijarse fecha hasta que éste termine.

Mientras, los principales acusados de la trama -Correa y sus ayudantes- han decidido no declarar. Una defensa perfectamente coordinada que ha preferido confiar en las triquiñuelas jurídicas mejor que en probar la inocencia de los acusados. Quizá porque esto último, a la vista de las innumerables y patentes pruebas, sea un imposible. Se puede hacer una pregunta, aunque no sepamos la respuesta: ¿Y quién dirige y coordina a tantos abogados? Nadie se atreve a contestar con certeza absoluta. Si primero fue Federico Trillo -o eso opinan muchos de los consultados por EL PAÍS-, hoy algunas fuentes dudan entre alguno de los abogados de los imputados, sobre todo José Antonio Choclán, ex juez y ahora defensor de Correa o Luis Rodríguez Ramos, que lo es de los hermanos Martín Vasco, Jesús Merino y Guillermo Ortega. Pero hay quien no descarta alguna "ayuda externa", con un nombre cercano a Trillo: Adolfo Prego, ex magistrado del Supremo y actual defensor de Dolores de Cospedal. Prego es, además, hombre de convicciones firmes. Ultraderechistas, pero firmes.

Lo dijimos el primer día. Los ciudadanos tenemos mucho que agradecer a un grupo de funcionarios, con sueldos en muchos casos menos que medianos, que se creyeron su misión y trabajaron -y trabajan- durante horas y horas para esclarecer los complejos casos a los que se enfrentan. Gracias al empeño de los anteriores y actuales jueces de la causa, Garzón, Flors, Ruz y Ceres, a la labor de los fiscales encargados del caso, el trabajo policial y de los técnicos de Hacienda, además de todo el personal auxiliar preciso, el caso Gürtel ha logrado salir adelante.
Conviene recordarlo en estos tiempos de desprecio y desafección hacia todo lo público y, de manera muy especial, hacia la Justicia.

Bárcenas, que todo lo puede
La presencia de Luis Bárcenas, 56 años, en la administración del PP desde 1982, gerente del partido y tesorero en 2008 nombrado por Mariano Rajoy, hace que todo el caso Gürtel dé un salto gigantesco de calidad. El extesorero, con capacidades escaladoras y trepadoras reconocidas, es un elemento clave para entender qué ha unido durante tantos años al Partido Popular con la trama Correa. Queda mucho por ver del todopoderoso personaje, desde sus modestos inicios en el partido con Ángel Sanchís, hoy también imputado, hasta contemplarle en Soto del Real con casi 50 millones de euros en cuentas bloqueadas en Suiza. Es tanta su potencia y volumen —amo absoluto de los multimillonarios dineros del PP durante años— que sin duda requiere de cuidados muy precisos. No hay judicialmente un “caso Bárcenas”, pero sí hay un “caso Bárcenas” que desentrañar. En algún momento habrá que hacerlo.


© José María Izquierdo, para El País

sábado, 29 de marzo de 2014

La (IN) COHERENCIA del PP


Ahora que se acercan elecciones, y aunque sean al Parlamento Europeo (fabulosos retiro dorado), conviene recordar algunas de las intervenciones más patéticas de destacados miembros del Partido Popular de España, mientras ejercían de oposición (a todo, todo, todo).

El pedernal se agotó hace tiempo, ya que fue todo destinado a forjar el rostro de estos mangantes.







Esta recopilación del programa Al Rojo Vivo de La Sexta, es un pequeño ejemplo, de lo que estos miserables pueden llegar a mentir.

jueves, 27 de marzo de 2014

Caso Gürtel = Caso PP. Capítulo X

Voy a transcribir literalmente la serie de artículos escrita por José María Izquierdo, veterano periodista de El País, sobre el Caso Gürtel. El interés de este foco de corrupción, hace que lo incluya en mi blog, por si alguno de los lectores no hubiera tenido acceso al mismo. Son once capítulos, fruto de un exhaustivo trabajo de investigación que merece la pena leer.
Saquen sus propias conclusiones.
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La parábola de los trajes y el honor de los políticos

Era el 25 de enero de 2012, cuando el jurado popular formado por seis hombres y tres mujeres declaraba no culpable a Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, y a Ricardo Costa, ex secretario general de Partido Popular valenciano, del delito de cohecho impropio, al no estar probado, según cinco de sus nueve miembros, que recibieran regalos —los famosos trajes y algunas cosillas más— de los cabecillas de la trama Gürtel.

Claro que están en su derecho ambos políticos de airear el veredicto de inocencia, ratificado después por una Sala del Supremo en abril de 2013, ante cualquier acusación. Faltaría más. Pero los millones de ciudadanos que siguieron el juicio, con las cámaras de televisión en directo, también son muy dueños de recordar sus gestos —sobre todo de Camps— y sus contradicciones, así como la firmeza de todos y cada uno de los testigos que declararon en su contra, con mención especial para José Tomás, el famoso sastre. Así que ellos esgrimirán cargados de razón el papel, y los demás reviviremos lo que oímos —tremendo— y vimos —penoso—. Porque fue imborrable.

La historia de los trajes no es, a pesar del desprecio con que trató el tema el propio Rajoy —“afecta a la inteligencia pensar que alguien se vaya a vender por tres trajes”, dijo en una entrevista en TV3 el 23 de abril de 2009- un asunto menor. Y no lo es, en primer lugar, porque la práctica de compra de voluntades con regalos es tan propia de Correa como sus caracolillos, y porque afecta a varios altos cargos del Gobierno. A saber: Francisco Camps (presidente), 8 trajes, 5 chaquetas, 6 pantalones y tres pares de zapatos, más el esmoquin con chaleco negro (no blanco) como manda el protocolo para ver al Papa en el Vaticano; Víctor Campos (vicepresidente): 6 trajes, 4 americanas, 6 pantalones y un chaqué; Ricardo Costa (secretario general del PP), 4 trajes, 3 americanas y 6 pantalones; Rafael Betoret, (ex jefe de gabinete de la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) y mano derecha de la exconsejera de Turismo, Milagrosa Martínez), 8 trajes, 6 chaquetas, 6 pantalones y 3 abrigos. Y a Pedro García, el director general de Canal 9, 7 trajes, 5 chaquetas y 6 pantalones.

Hay que recordar que Betoret y Campos admitieron la culpa; el primero devolvió la ropa y el segundo pagó su importe. O sea, que los trajes sí eran un soborno “para ganarse su favor” por su condición de cargos públicos, como dictó la sentencia correspondiente. Difícil entender por qué allí, sí, y aquí -Camps y Costa, no-, pero así fue la resolución del jurado. Aquel ridículo ir y venir con José Tomás tomando medidas al presidente en el hotel Ritz, o a Costa en su despacho del partido, buscando una trabilla italiana para que Camps se encontrara más esbelto, o aquellas justificaciones del dinero de la caja de la farmacia de la mujer de Camps, Isabel Bas, o incluso el sablazo al chófer, chascarrillos localizables en cualquier hemeroteca, no pueden ocultar, pese a su punto de futilidad, lo importante: la gran y estrecha amistad que entablaron el presidente de una Comunidad como la Valenciana, regada entonces con abundancia y desenfreno por el oro divino, y un conseguidor de tres al cuarto, experto en ordeñar contratos a las arcas públicas escasamente protegidas.

Recordemos las conversaciones telefónicas —incluido “el amiguito del alma”— pero también el viaje conjunto al Vaticano, o su proximidad en casi todos los mítines del presidente, o aquella ocasión en que Ricardo Costa, el máximo cargo del partido, le pide a Álvaro Pérez que hable con Camps para que le meta en el Gobierno. Tan importantes como la extrema proximidad de El Bigotes con el propio Ricardo Costa, Ric le llamaba, a quien hizo algún regalo más —un curso de inglés, gestiones con coches de lujo— al tiempo que trataba sobre los contratos con el partido y el Gobierno, como puede oírse en muchas de las conversaciones grabadas por la policía y que salpican todo el sumario.

Porque lo grave es que mientras se daban esas entrañables amistades entre el intermediario y los políticos, al menos diez consejerías de la Generalitat firmaron 85 contratos por valor de más de 13 millones de euros con las empresas de la trama, preferentemente Orange Market. Otras fuentes suben los contratos, y calculan el importe en 16 millones. La penetración de Gürtel en la Comunidad Valenciana nace y se irradia desde la amistad de Álvaro Pérez, El Bigotes, con Francisco Camps, el político que logró zafarse de la pegajosa memoria de Eduardo Zaplana hasta convertirse en firme e indiscutido líder. Las puertas se le abrieron al representante de Orange Market desde el momento que había recibido el toque mágico del dedo del máximo líder.

De modo que el Gobierno valenciano se abrió en canal ante El Bigotes, porque así lo querían desde las alturas. Tenemos testimonios. Como ejemplo, basta la comparecencia, hace apenas dos semanas, del exconsejero de Sanidad, Luis Rosado, ante el juez José Ceres. Él, vino a decir, se limitó a acatar la orden “de Presidencia” de firmar contratos con Orange Market y Diseño Asimétrico. Esta estrategia es la misma que siguen los imputados en una de las seis piezas, la llamada de “cuantías menores”, porque se trata de más de 70 contratos de varias consejerías concedidos a dedo y que no podían pasar los 12.000 euros, o bien eran despieces de otros contratos mayores que se dividían para sortear los controles legales. Lo hacían “por orden de Presidencia”, dicen ellos, porque casi ninguno de esos imputados conocía a Álvaro Pérez o eso, al menos, es lo que declararon ante el juez.

Rafael Betoret, por ejemplo, que sí conocía a El Bigotes, y bien, ha elegido la misma vía de defensa. Que le pregunten a Camps, viene a decir, que nos ordenaba atender a Pérez como si se tratara de un jeque catarí que hubiera llegado al aeropuerto de Castellón para ofrecer inversiones multimillonarias. Les recordamos que Betoret todavía está imputado en el caso Fitur. Reconocida su culpa por los trajes, una segunda condena, al tener antecedentes, podía ser mortal para él… ¿Y hemos dicho ya, por cierto, que la jefa de gabinete de Francisco Camps era Ana Michavila, hermana del exministro que aquí nos tropezamos cada dos por tres, que incluso fichó para su bufete madrileño, Eius, al jefe de la abogacía de la Generalitat, José Marí.

Pero hay que hablar de política, porque de políticos hablamos. A pesar de todo esto, escándalo en calles y plazas, Mariano Rajoy reafirmó a Francisco Camps como candidato del PP a la Generalitat en 2011, y en las listas del partido para las elecciones autonómicas presentaron a nueve implicados en la trama (Camps entre ellos) y otros casos de corrupción como el llamado caso Brugal, que afecta al PP de Alicante. El apoyo a Camps había sido épico. ¿Recuerdan el “yo siempre estaré detrás de ti, delante o al lado, me da igual”, de la plaza de toros de Valencia del 3 de junio de 2009? Quizá les cueste más adjudicar esta frase a su autor, Jaime Mayor Oreja, mismo día, misma plaza: “Paco Camps, el más honorable de todos los españoles”.

El editorial de EL PAÍS del día siguiente de la absolución por el jurado a los dos dirigentes valencianos tenía un párrafo sobrecogedor: “La absolución de Camps y Costa por un jurado popular podría ser interpretada como un gesto más de complacencia ciudadana con los políticos corruptos; como el voto en las urnas a favor de ellos”. Es verdad que el voto masivo en las urnas a su favor, ya había ocurrido el 22 de mayo de 2011, cuando el tema de los trajes llevaba dos años en danza en los tribunales. ¿Hay que creer que nada de todo ello había hecho mella en la solidez del PP en Valencia? ¿Que la trama Gürtel no iba a tener ninguna incidencia? Pronto se vio que era solo un espejismo: Camps finalmente dimitió el 20 de julio de ese mismo año, y su sucesor, Alberto Fabra, se mueve desde entonces sorteando como puede una calamidad tras otra. Ric Costa está imputado en otras causas. A la espera de juicio.

Palabra de sastre

José Tomás —Milano, ForeverYoung— tiene hoy cerca de 60 años y ya está retirado tras unos últimos años terribles. Su cara, y apenas su nombre, no eran todavía conocidos del gran público cuando en marzo de 2009 concedía una entrevista a EL PAÍS, firmada por Julio Martínez Lázaro. Y allí dijo cosas como éstas:
-“Él (Camps) me llamaba por teléfono cuando salía de Valencia o desde el coche y me decía a la hora que llegaba al Ritz. A su llegada yo ya le estaba esperando en el hotel y subía a su habitación”.
-“Me hizo repetir bastantes trajes. Quería los pantalones con un ceñidor detrás y hubo que buscar una trabilla que tuvieron que traer de Italia. Pero era una persona amable, buena gente. Los trajes que le hice eran de unos 800 o 900 euros los primeros. Los últimos, de 1.000 o 1.200 (…) Tuvimos relación durante un año y pico”.
-“Sí, es cierto, mientras estaba declarando [ante la policía] tenía el móvil abierto y me llamó entre ocho y diez veces. No cogí el teléfono y no he vuelto a hablar con él. Creo que ya estaba fuera de lugar. Todavía siguió llamándome un par de días más”.
También habló de los pagos. Los hacía el exdirigente del PP gallego Pablo Crespo,número dos de Correa y administrador único de Orange Market:
-“Venía cada seis meses aproximadamente con un fajo de billetes de 500 y pagaba 30.000 o 35.000 euros. La última o las dos últimas veces pagó Orange Market mediante transferencias bancarias”.
Y a pesar de las muchas presiones, desde su jefe hasta el propio Federico Trillo, José Tomás —“siempre he sido votante del PP”— mantuvo con energía y firmeza aquellas palabras en una declaración plagada de detalles ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia el 26 de diciembre de 2011. Allí, alto y claro, declaró que Francisco Camps “jamás ha pagado ni un solo euro ni en Milano ni en Forever. Lo juro por Dios y ante este jurado”. Y la cajera de la tienda Milano de 2003 a 2006, Ana Belén Luque, remató en el mismo lugar un día después: “El único que pagó fue Crespo”.
Eso fue lo que oímos todos, antes de la absolución del jurado por cinco a cuatro.


© José María Izquierdo, para El País

viernes, 21 de marzo de 2014

Adolfo Suárez se apaga

La vida de Adolfo Suárez González, se apaga. Sin embargo, la vida del que fuera Presidente del Gobierno de España entre julio de 1976 y diciembre de 1982, se apagó ya hace muchos años, cuando fue vapuleado, vilipendiado y olvidado por muchos de los que hoy y cuando muera le alabarán.
Hombre ambicioso y simpático -según los que le conocieron de cerca-, fue uno de los artífices del cambio drástico producido en España después de la muerte de Francisco Franco. De la llamada Transición.
Lo más peculiar de este proceso, fue que no hubo ni revolución -por pequeña que fuera-, ni derramamiento de sangre. En menos de un año, se pasó de vivir -en España- en una feroz dictadura, a navegar en una incipiente democracia. Incipiente, pero democracia al fin y al cabo. Partidos políticos de toda ideología y credo eran legalizados y se dejaba de perseguir a sus miembros. Fue algo increible y alucinante, ya que hay que recordar la frase de Arias Navarro a la muerte del dictador de "todo atado y bien atado". Esos tiempos, realmente fueron motivo de orgullo internacional de España. Ningún medio extranjero daba crédito de lo que acontecía aquellos años. Ni el New York Times (USA), ni La Republica (Italia), ni Le Figaro (Francia), ni el Times (Inglaterra), ni Pravda (URSS), ni el Frankfurter Allgemeine (RFA), por citar solo algunos periódicos de distintos países y de distintas líneas editoriales, se creían lo que estaba ocurriendo en nuestro país.
Cierto es que se está pagando una factura todavía hoy de esta transición, pero ¿qué hubiera pasado si la figura de Adolfo Suárez no hubiera existido como tal? De justicia es agradecerle la labor desempeñada. Personalmente, estoy alejado de su ideología, pero, no dudo que fue un hombre valiente y decidido, y que la historia le ha de poner en un puesto relevante como hombre de estado.
Mucho se puede escribir sobre el Suárez de esa época, y sobre el Suárez del Movimiento Nacional, pero yo quiero guardar el mi retina una imagen solamente: la del 23 de febrero de 1981 (lease 23F de 1981). Esa foto en la cual, se queda sentado en su escaño -junto a Gutierrez Mellado- sin esconderse de los tiros -al igual que Santiago Carrillo- de los infames golpistas comandados por Tejero Molina.
Se van marchando los artífices del cambio de regimen político de nuestro país. Se nos han ido Torcuato Fernández Miranda, Gutierrez Mellado y Santiago Carrillo. Se nos va a ir en breve, Adolfo Suárez.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Caso Gürtel = Caso PP. Capítulo IX

Voy a transcribir literalmente la serie de artículos escrita por José María Izquierdo, veterano periodista de El País, sobre el Caso Gürtel. El interés de este foco de corrupción, hace que lo incluya en mi blog, por si alguno de los lectores no hubiera tenido acceso al mismo. Son once capítulos, fruto de un exhaustivo trabajo de investigación que merece la pena leer.
Saquen sus propias conclusiones.
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Una visita papal provechosa para el alma y para algunos bolsillos

No podía haber mejor fiesta gozosa para las muy piadosas autoridades de la Comunidad Valenciana que la visita de un Papa, en este caso Benedicto XVI. Aquellos días, 8 y 9 de julio de 2006, debían ser para el equipo de Francisco Camps la demostración ante el universo entero del poderío que entonces inundaba de doblones las bodegas de la nave levantina. Para controlar que no estuviera fuera de su sitio ni una sola hoja de los árboles del camino se creó, a pachas entre Generalitat, Ayuntamiento, Diputación y Arzobispado la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias. ¿Será por dinero?, se decían manilargos unos consejeros a otros, mientras Camps —El Curita, le decían en la trama— sonreía beatíficamente y se lanzaba requiebros telefónicos con un señor muy divertido al que le llamaban El Bigotes. El mundo era suyo, la comunidad era suya y los contratos eran suyos. ¿Un Calatrava? Tres, cuatro, cinco. Los que hicieran falta. ¿Avenidas? A decenas. ¿Aeropuertos? Como el de Castellón. A quien menos le molestaba la prodigalidad era a Álvaro Pérez, El Bigotes, que mejor estar donde hay mucho.

Tanta felicidad a punto estuvieron de ensombrecerla unos infortunados pasajeros del metro valenciano, cuando tres días antes de la llegada del Papa, a las 13.03 horas del 3 de julio, un tren descarriló en una curva cercana a la estación de Jesús. 47 muertos y 43 heridos, muchos de ellos lanzados a través de unas ventanas sin refuerzo y que fueron aplastados por el vagón que se deslizó durante muchos metros sobre su lateral. La orden fue tajante: Canal 9, la televisión de la comunidad, debía silenciar lo más posible ese desgraciado accidente y, desde luego, no alterar ni un ápice la programación, ya dedicada en cuerpo y alma —sobre todo alma— al recibimiento al Papa. Tal cual lo hizo, ante la parálisis de una plantilla inmunizada frente a las injusticias. Así que el muy atareado Juan Cotino, el hombre más religioso de cuantos hombres —y mujeres— religiosos andaban por la Generalitat, y que llevaba meses desviviéndose en la Fundación y fuera de ella para que nada faltara en tan señalada visita, fue el encargado de silenciar a las víctimas, ofreciéndoles alguna dádiva si la protesta se anestesiaba porque nada podía enturbiar aquellos días gloriosos. Gran labor misericordiosa la suya, sin duda, porque era tiempo de gozos, y no de sollozos.

Meses antes, esa misma televisión que compitió en indignidad con el equipo de Camps, ya se había encargado de que todo estuviera dispuesto para reforzar hasta la hipérbole aquella visita. Por lo pronto, la Generalitat ya había dejado bien claro a Moncloa que no querían ver en kilómetros a la redonda a nadie de TVE, que era, y es, quien acostumbra a cubrir, por medios y experiencia, las visitas de los primeros mandatarios mundiales, como son los Papas. Una de las personas que entonces —mes de abril— se entrevistaron con las autoridades civiles y con el propio arzobispo valenciano, detectó rápidamente el rechazo político, ideológico… y económico. “Allí se les veía que les sobraba el dinero”. El cierre lo puso Esteban González Pons, a la sazón consejero y portavoz del Gobierno valenciano. “Doy por clausurada esta reunión”, les dijo de malos modos. Fuera. Esto es nuestro.

Y tan suyo que era. Además de los muchos millones que le costó a Canal 9 la retransmisión-13, se calcula, y ya conocen su triste final— sus directivos recibieron el encargo de llenar de pantallas la ciudad para que los 1,5 millones de fieles que se esperaba que acudieran a Valencia pudieran seguir al detalle la misa que se iba a retransmitir desde el marco incomparable que formaba el conjunto de Calatravas en el cauce del río, más bonito que un San Luis. El encargo fue recogido por un dispuestísimo director general de la Ràdio Televisió Valenciana, Pedro García Gimeno, que, sorpresas nos da la vida, era íntimo amigo de Francisco Correa y de El Bigotes. (Posteriormente se supo que Pedro García llegó a tener hasta un 20% de Orange Market. Íntimos amigos, decíamos… y socios).

Y como entre colegas todo se hace más sencillo, enseguida hubo acuerdo. García autoriza —ojo con las fechas— que la contratación se negociara por motivos de urgencia “con precio libre” y “sin publicidad”. El mejor territorio, como sabemos, para las habilidades de la trama. Tras un aberrante concursillo, el 8 de mayo —ojo con las fechas— se produce la adjudicación para el complejo montaje técnico. Quiso el destino —y la trama Correa— que el premio recayera en la empresa Teconsa, la empresa constructora de nuestro conocido José Luis Ulibarri, que no tenía ni la menor idea de cómo se montaban tales dispositivos porque jamás había hecho algo ni siquiera parecido. Pero eso sí, era “la más cara y desaforada”, según uno de los conocedores del concurso, con un presupuesto de 7.493.600 euros. Sin problemas porque el adjudicatario real, Gürtel, tenía todo previsto: el montaje lo harían otras empresas, que sí tenían los conocimientos y los medios necesarios, sobre todo Sirius Showequipment, que cobró 3.654.000, IVA incluido, una subcontrata alemana que ya había hecho esa labor en el viaje de Benedicto XVI a Colonia en 2005 y que el Vaticano —aquí todos tienen amigos— ya se había encargado de recomendar. Hay, también, participación de otras empresas con importes menores que sí hicieron trabajos, como Apogee o Impacto Producciones, pero asoman otras como Castaño Corporate y Free Consulting, empresas de la trama y tapadera para generar facturas falsas. En Castaño, compraventa de inmuebles, aparecían por sus escrituras Jacobo Gordon, Blanco Balín o el propio Crespo.

Pero veamos algunos detalles para entender ese concurso que Pedro García tuvo la desfachatez de convocar. Primero, las fechas. Alegar urgencia tenía lo suyo, porque la visita papal ya se conocía desde mucho antes, como es natural. El sumario recoge una carta del 17 de enero de 2006 de la empresa Apogee Telecomunicaciones SA, una de las subcontratas, a Teconsa para estudiar “documentación y cifras” sobre el proyecto de Valencia. ¡Cuatro meses antes del concurso! Y el 1 de febrero hace lo propio otra subcontrata, Impacto Producciones, a la que había pedido ayuda Apogee. Pero es que un conocido experto en este tipo de instalaciones, Miguel Torroja, declaró al juez Ruz que en febrero de 2006 fue contratado para el diseño del montaje por Pablo Crespo y que entonces ya sabía que Teconsa era la tapadera, porque la adjudicación era en realidad para Special Events. Él, por lo pronto, trataba los detalles con Crespo y, a veces, Álvaro Pérez.

Las fechas también fueron refrendadas ante Ruz, entre otros, por Luis Sabater, el jefe del departamento técnico, que declaró que ya en febrero, tres meses antes del concurso, el director de Canal 9, Pedro García, le dio el teléfono de El Bigotes para que se encargara de la sonorización del acto. Contó, también, que le llevó a ver a Cotino y que posteriormente le presentó a Torroja. Todo ello antes, claro está, de que se fallara el fantasmal concurso, con ganador decidido de antemano. “Esconde el contrato”, le decían los jefes a una empleada.

Resultado del amaño según recoge un informe de la Policía Judicial del 25 de noviembre de 2009 de contabilidad de la trama: Gürtel se embolsó 2.830.000 de los 7,4 millones de euros de la adjudicación. Reparto: 1,4 millones para Francisco Correa, que para eso es el capo; 630.000 para su número dos, Pablo Crespo. A El Bigotes le cayó medio millón, lo mismo que a Pedro García, el director general de la RTVV. Para Teconsa se fueron 200.000 euros, y el resto, 600.000, se los quedó un receptor inidentificado que aparece bajo la letra R. Los investigadores han apostado por Ramón Blanco Balín, aunque sin poder confirmarlo. Cinco años después, el juez José Ceres decretó un nuevo secreto del sumario, que acaba de levantar, porque ha habido nuevos testigos y nuevas declaraciones provenientes de unos funcionarios de Canal 9 y de un extrabajador de Orange Market, que han decidido hablar.

Y no hace demasiado tiempo, la Generalitat tuvo que inyectar dos millones para la Fundación V Encuentro Mundial de la Familia, aquel organismo cuatripartito y de cuentas opacas que nació en 2006 para un sueño que acabó en fiasco: del millón y medio o dos millones de peregrinos previstos, apenas si se alcanzaron los 250.000, y de las 500.000 mochilas conmemorativas todavía se ven por la ciudad los restos de 200.000 de ellas que se quedaron sin piadosa espalda portadora.

Y de muestra, tres eran tres
Los métodos de Gürtel fueron variados, como ya hemos ido viendo. En Valencia hay muestras notables. Por ejemplo, cómo lograr la adjudicación 138.678 euros— de la campaña publicitaria de la sociedad pública Vaersa, dedicada al aprovechamiento energético de residuos. Se trataba de sensibilizar al respetable sobre el uso del contenedor amarillo. De nuevo el concurso, como tantos que hemos visto en esta serie, se hizo mediante un procedimiento negociado y sin publicidad.

Se invita a tres empresas, tres. Concurrencia y transparencia, pues. Porque quién iba a saber que el administrador único de las tres, Orange Market, Easy Concept Comunication y Boomerangdrive, era el mismo: Luis Miguel Pérez. Y las tres, ya lo hemos visto antes, eran unas de las muchas que se integraban en el tinglado de Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo. Por si les pica la curiosidad, la campaña, tras dura competencia con las otras dos, se la adjudicó Orange Market.

Y esto fue lo que declaró ante el juez, en julio de 2013, el que fuera director del gabinete jurídico de la empresa pública Vaersa (Valenciana de Aprovechamiento Energético de Residuos, SA), Joaquín Fernando Tomás Font de Mora, ante la evidencia del desaguisado: la orden “venía de arriba”, y se había urgido “a la mesa de contratación a adjudicar el contrato incluso obviando los procedimientos”. Y tanto que se obviaron, como señaló la Sindicatura de Comptes en febrero de 2013.

© José María Izquierdo, para El País

sábado, 15 de marzo de 2014

Sobre la Reforma Fiscal de España y los "expertos"

Esta semana se ha presentado el estudio encargado a un grupo de "expertos", sobre la Reforma Fiscal Impositiva de España. Viniendo de quien viene -los "expertos"-, el resultado no podría ser de otra manera. Es decir: más presión para las rentas bajas y medianas, y laxitud para con los supuestos "grandes contribuyentes".
La propuesta de subir el IVA de los servicios gravados hoy en día con un 10%, al general del 21%, es totalmente inconcebible e injusto. Por otro lado, se plantea reducir al 44% el tipo máximo del IRPF, implementando nada más que cuatro tramos. ¡Vivan las caenas! (Recuerden de donde venía esta frase, de los absolutistas españoles a la vuelta de Fernando VII, cuando cambiaron los caballos por personas, para tirar del carruaje de ese Borbón).
Esta "burrada" neoliberal, no es más que una puñalada al bolsillo del común de los ciudadanos, ya que reduce de forma sensible la aportación de las rentas altas, e iguala de forma injusta, la contribución al erario público de los impuestos indirectos, ya que por el mismo servicio o adquisición, tanto el "rico" como el "pobre", pagarán -contribuirán- lo mismo. Es igual de injusto, que la política de tasas.
Los "expertos" también plantean reducir el tipo nominal del impuesto de Sociedades "de manera significativa" del 30% actual hasta el entorno del 20%. Tal y como están las cosas en España, esta medida sacada de la Escuela de Chicago de Friedman, atenta contra el principio de igualdad.
Uno de los puntos más sangrantes del estudio, es el de "transformar" las cotizaciones a la Seguridad Social para que se adecúen a la remuneración percibida, en lugar de estar reguladas por un sistema de bases tarifadas como el actual. El principio de solidaridad en el que se basa la Seguridad Social, se rompe de esta manera, ya que, a pesar de aplicar distintos porcentajes, según renta, los beneficios obtenidos por esa aplicación, serían en el futuro discriminatorios e injustos. Es el mismo principio que regula los planes de pensiones privados, pastel apetecible para los buitres financieros. Cuanto más pongo, más cobro.
¿Por qué no volvemos a los distintos tramos de IVA, en los cuales estaban gravados con un 33% los artículos de lujo? A los grupos de presión neoliberales, no les interesa por motivos obvios. ¿Recuerdan la frase de la mujer adalid del neoliberalismo en España, la pizpireta y risueña Esperanza Aguirre, de "quien lo use que lo pague? Pues eso.

¿Quénes son los "sabios"?

Encabezados por el franquista Manuel Jesús Lagares Calvo (Huelva, 8 de diciembre de 1941), quien ya asesoró al nefasto Aznar en las reformas de los años 1998 y 2002, forman parte del comité, Pedro Manuel Herrera Molina (Fíjense en los apellidos), Rafael Ortíz Calzadilla (Asesor fiscal de grandes patrimonios), Sixto Alvarez Melcón, Juan Francisco Corona Ramón (Director académico del Instituto de Empresa Familiar), Pablo Hernández de Cos, Fernando Fernández Mendez de Andes (Docente en el Instituto de Empresa y economista del FMI), Maximino Carpio García (Experto en pensiones y gastos sociales y consejero del Banco de España y antes de diversas entidades como Telefónica) y Francisco Castellano Real (Antiguo asesor fiscal de la Confederación Española de Cajas de Ahorro).
Analizando el perfil de los "sabios" y la composición del comité, vemos claramente el sesgo ideológico conservador y neoliberal. Pero, ¿no notan nada particular? Ninguna mujer en el comité. Nueve expertos de España, y ninguna mujer. Plena ideología casposa "pepera". Debe de ser que en España no hay mujeres válidas para asesorar fiscalmente. La mujer, con la pata quebrada y en casa, si señor.
Otra de las ausencias en cuanto a los perfiles, es el de economistas o especialistas fiscales con "rasgo social", no tan decantados al mundo empresarial y del gran capital.
¡Qué las Vírgenes militantes hablen con su jefe -el Dios católico-, para que les mande -como Zeus- un rayo que les parta el alma!

jueves, 13 de marzo de 2014

Caso Gürtel = Caso PP. Capítulo VIII

Voy a transcribir literalmente la serie de artículos escrita por José María Izquierdo, veterano periodista de El País, sobre el Caso Gürtel. El interés de este foco de corrupción, hace que lo incluya en mi blog, por si alguno de los lectores no hubiera tenido acceso al mismo. Son once capítulos, fruto de un exhaustivo trabajo de investigación que merece la pena leer.
Saquen sus propias conclusiones.
Enlace: Capítulo I
Enlace: Capítulo II
Enlace: Capítulo III
Enlace: Capítulo IV
Enlace: Capítulo V
Enlace: Capítulo VI
Enlace: Capítulo VII

Majadahonda, el inicio del fin

Majadahonda, 30.000 habitantes en 1990, 70.000 en 2013, es la madre de todas las poblaciones que pululan entrelíneas en el caso Gürtel. Hablamos de Guillermo Ortega, conocido en la elegante nomenclatura de Francisco Correa como Willy, El Rata o La Rata, alcalde de Majadahonda desde 2001 a 2005, imputado en el caso Gürtel por los delitos de cohecho, fraude fiscal o blanqueo de capitales. En unos pocos párrafos veremos sus hazañas, pero conviene echar un poco atrás la moviola, porque no hay hijo sin padre ni nieto sin abuelo. Como dice Manuel Fort, concejal del PSOE durante 11 años en Majadahonda, "aquí llevaba años utilizándose el urbanismo y el dinero procedente del urbanismo indebidamente y produciendo pingües beneficios a muchas personas, y no solo a los promotores. Y seguramente después de la trama Gürtel ha seguido y seguirá". Porque Majadahonda es territorio amigo. Allí también hacía sus negocios con la trama el socio y amigo de Agag, Jacobo Gordon. En una de sus promociones de lujo, Twain Jones, que aparece varias veces en la causa, vivieron algún tiempo los consuegros de Aznar. Y del PP de Majadahonda era concejal José Luis Peñas, del que ya hemos conocido su papel protagonista en la denuncia de este aquelarre.

Ricardo Romero de Tejada, nombre que aparece una y otra vez en las hemerotecas de la crónica negra de la Comunidad de Madrid, fue alcalde de Majadahonda desde 1989 hasta 2001, año en el que decidió dedicarse de lleno a la secretaría regional del PP, cargo que ya ocupaba desde 1996 debido a sus muchas gracias, aunque algunas gentes maliciosas dicen que también por sus muchas capacidades para la colecta de pesetas y euros. Hombre modesto, dejó que le pagara durante años las cuotas a la Seguridad Social una empresa de fotocopias propiedad de unos hermanos, los Sánchez-Lázaro, que tenían algunos intereses inmobiliarios. Cuando aquella vergüenza salió a la luz, nadie se ruborizó y la dirección de Génova, en lugar de montar en cólera, optó por la magnanimidad, dio un paso adelante y dijo que no hay problema, pagamos nosotros, que mucho le debemos. Curioso este Romero de Tejada, nombre que te tropiezas a cada poco si quieres investigar aquel sancocho infame que fue el tamayazo de 2003.

Grosso modo, los inicios de las relaciones entre el ayer y el hoy de los gatuperios majariegos pueden resumirse -o así lo hacen quienes conocen el paño- en una guerra entre los más ortodoxos del PP -Romero de Tejada y Narciso de Foxá, recaudación de recorrido in situ/Comunidad/Génova-, y los modernos que aparecen en el lugar, recaudación in situ, también, pero reparto a dos manos entre Ortega y Correa, que para llevárselo otros aquí estamos nosotros, la savia nueva del PP criada a los pechos del aznarismo. Romero de Tejada ya había creado su empresa para manejar el suelo, Pammasa, al margen de las odiosas obligaciones legales. Al frente situó a su hombre de confianza, el concejal Narciso de Foxá, que al final se quedó con el santo y la limosna: hoy, tantos años después, sigue siendo el alcalde de la localidad. La bronca clave data de los primeros años 2000, cuando sale Romero de Tejada de la alcaldía y deja a Ortega como alcalde, que parecía poca cosa, para reservar a Foxá en su sitio clave al mando del urbanismo y la compra-venta de suelo. Y de aquellas tierras, estos barros, porque resulta que Ortega, que no parecía un peligro para el estatus quo, salió como salió.

Para hacerlo breve, aunque no es fácil, Pammasa jugaba con los derechos para hacer vivienda protegida y se los cambiaba a los promotores para hacer vivienda libre en las parcelas que se sacaban a concurso, con denominaciones tales como RN1 o D2. Lo que la oposición socialista llamó "el permutazo". Y es que si una vivienda protegida -hablamos de los tiempos del ladrillazo- valía 180.000 euros, una libre podía costar 600.000. Calculen ustedes a cuánto ascendía el premio gordo de hacerte en pleno boom inmobiliario con alguno de aquellos chollos. 250 de estos derechos de pública a privada, traducidos en 250 pisos de lujo, por ejemplo, significaba una muy significativa cifra de cien millones de euros. Así que trucar o influir en alguno de esos concursos era una pelea a muerte entre las constructoras y sus protectores. Afar 4, propiedad de Antonio Cubo, era la empresa que lograba más obra en Majadahonda mientras Romero de Tejada y Foxá promovían los concursos para llevar a cabo los "permutazos". Pero a Ortega -a Correa, en realidad- no le gustaba nada que se le birlara esa parte del pastel. En la denuncia ante la fiscalía está grabada esta frase de Ortega con su grupo municipal: "No voy a aceptar que el arquitecto municipal cambie su informe de la parcela para que se la lleve Afar 4. Lo siento en el alma, pero no lo voy a aceptar". Y es que Correa ya había presentado a varias empresas suyas para hacerse con el botín.

Por este tipo de operaciones se montó un escándalo -una primera permuta en 2000, y otra en 2003- por el que se tiraron de los pelos Foxá, el hombre del PP más vertebrado, y Guillermo Ortega, a quien cuidaba con primor Francisco Correa. Tanto que la esposa de este último, Carmen Rodríguez Quijano, conocida por el sobrenombre de laBarbie, ya se había convertido, ni más ni menos, que en la jefa de gabinete de Willy, El Rata o "cerebro de mosquito" como se le oye decir al gran capo en las grabaciones de Peñas, para guiar al alcalde hasta cotas ni tan siquiera soñadas por el simpático Willy. Como tener, por ejemplo, alguna cuenta en Suiza, en la que figuraba como beneficiario de una sociedad radicada en la isla caribeña de Nevis, un paraíso fiscal de lo más acogedor.

O a recibir, por sus muchos favores a la trama, algunas prebendas que se detallan en los autos. Carpinteros que cobran por facturas falsas al Ayuntamiento pero que en realidad, bajo las expertas señas de la esposa de Ortega, Gema Matamoros, confeccionaron un hermoso mueble de comedor a medida y con armero para su domicilio familiar. En 10 años, junto con su mujer, llegó a tener 39 vehículos y para que no le resultaran muy onerosos, chequeras de gasolina. Más de 40 viajes y estancias -suyos y de sus familiares, incluso de su servicio doméstico- en hoteles de superlujo de España y varios países, además de algunos cruceros. Trajes, también trajes, y bolsos de Loewe para la señora, abonos de tenis y fútbol… Y hay, también, entregas en mano de cientos de miles de euros que ayudarían para el pago del piso de lujo que se compró en la misma Majadahonda.

Y relojes, muchos relojes. Porque según contó al juez uno de los ex concejales díscolos de Majadahonda, Juan José Moreno, Guillermo Ortega "era un apasionado de los relojes, un apasionado no, un descerebrado", puntualiza Moreno, que llegó a tener "un armario en su casa absolutamente bestial" lleno de relojes. Hay constancia de que Willy compró en la joyería Suárez relojes por un valor superior al millón de euros, entre ellos varios Panerai y algunos Hublot. Un albarán señala, comprados de un golpe, tres cronógrafos suizos por 23.000 euros.

Aquella guerra de las parcelas culminó con la destitución de Ortega, en una operación en la que tuvo que intervenir la mismísima Esperanza Aguirre. Generosa, halló la solución: Foxá amarra Pammasa, la madre del cordero, junto con la alcaldía, y a Guillermo Ortega, pobrecillo que no se nos quede sin nada, le nombra gerente del Mercado Puerta de Toledo, con un sueldo superior al de alcalde. Como ven, un castigo ejemplar de la lideresa, siempre tan firme en la lucha contra la corrupción.


© José María Izquierdo, para El País

martes, 11 de marzo de 2014

A 10 años del 11M

Las bombas explotaron en la capital de España, con la frecuencia que los autores de las mismas habían diseñado, una detrás de otra, con unos pocos minutos de intervalo entre ellas, y en sitios distintos y estratégicos de la gran ciudad. Un fino ataque perfilado, para sembrar el miedo, el terror, el caos. Un fino ataque para destrozar la vida.
Cientos de personas, huían despavoridas sin saber a donde ir, sin saber a donde iban a parar. Los restos humanos destrozados, se confundían con trozos de cemento, de madera, de metal, en aquellos lugares donde se producían las explosiones. Ojos, piernas, brazos, manos, intestinos, aliñados con fluidos corporales, sangre y humo, eran parte importante del paisaje. Gritos desesperados inundaban las zonas agredidas. La desesperación campaba a sus anchas, y era la reina de las calles, la reina de la ciudad, de una ciudad que amanecía en una hermosa mañana, con alrededor de 15 grados centígrados de temperatura, y con la ilusión de poder vivir durante otro día. Desgraciadamente, para 192 personas, hombres, mujeres y niños, ese sería el último día de sus vidas. 
A miles de kilómetros de Madrid, un grupo de personas se abrazaban delante de un televisor, riendo, satisfechos de las imágenes que llegaban desde el centro del dolor.

A los 10 años de esta masacre, todavía hay miserables que ponen en duda la autoria de la misma. Gente miserable y mezquina del PP -si, del PP, como Aznar, Trillo y Acebes, entre otros-, y de su Brunete mediática -Jimenez Losantos, García Abadillo, Isabel Durán y Pedro José Ramirez, entre otros-, que buscando excusas increibles, siguen culpando a ETA, y levantando sospechas infundadas en las filas del PSOE. Estos delincuentes -si, delincuentes- buscaron y buscan protagonismo echando basura en otros, sin importarles lo que a esos otros les pueda pasar. A mi me dan asco, mucho asco. Se olvidaron y se olvidan, que durante ese tiempo gobernaba el PP, y que las fuerzas de seguridad del Estado dependían del PP, concretamente de Angel Acebes y de Ignacio Astarloa.
Ya cansan con tanta teoría de la conspiración, del queremos saber, de peones negros. Hoy mismo, Cospedal, a la sazón, número 3 del Ministerio del Interior en la fatídica fecha del 2004, pedía saber la verdad. Cinismo elevado a la enésima potencia.
Pero no quiero hablar de falaces, de miserables, de mezquinos y de rufianes mentirosos. Quiero hacer un pequeño homenaje a las víctimas, a las cuales no podemos ni debemos olvidar.

IN MEMORIAN

1. Eva Belén Abad Quijada, española, 30 años
2. Óscar Abril Alegre, español, 19 años
3. Liliana Guillermina Acero Ushiña, ecuatoriana, 26 años
4. Florencio Aguado Rojano, español, 60 años
5. Juan Alberto Alonso Rodríguez, español, 38 años
6. María Josefa Álvarez González, española, 48 años
7. Juan Carlos Del Amo Aguado, español, 28 años
8. Andriyan Asenov Andrianov, búlgaro, 22 años
9. María Nuria Aparicio Somolinos, española, 40 años
10. Alberto Arenas Barroso, español, 24 años
11. Neil Hebe Astocondor Masgo, peruano, 34 años
12. Ana Isabel Ávila Jiménez, española, 43 años
13. Miguel Ángel Badajoz Cano, español, 34 años
14. Susana Ballesteros Ibarra, española, 42 años
15. Francisco Javier Barahona Imedio, español, 34 años
16. Gonzalo Barajas Díaz, español, 32 años
17. Gloria Inés Bedoya, colombiana, 40 años
18. Sanaa Ben Salah Imadaquan, española hija de marroquíes, 13 años
19. Esteban Martín de Benito Caboblanco, español, 39 años
20. Rodolfo Benito Samaniego, español, 27 años
21. Anka Valeria Bodea, rumana, 26 años
22. Livia Bogdan, rumana, 27 años
23. Florencio Brasero Murga, español, 50 años
24. Trinidad Bravo Segovia, española, 40 años
25. Alina Maria Bryk, polaca, 39 años
26. Stefan Budai, rumano, 37 años
27. Tibor Budi, rumano, 37 años
28. María Pilar Cabrejas Burillo, española, 37 años
29. Rodrigo Cabrero Pérez, español, 20 años
30. Milagros Calvo García, española, 39 años
31. Sonia Cano Campos, española, 24 años
32. Alicia Cano Martínez, española, 63 años
33. José María Carrilero Baeza, español, 39 años
34. Álvaro Carrión Franco, español, 17 años
35. Francisco Javier Casas Torresano, español, 28 años
36. Cipriano Castillo Muñoz, español, 55 años
37. María Inmaculada Castillo Sevillano, española, 39 años
38. Sara Centenera Montalvo, española, 19 años
39. Oswaldo Manuel Cisneros Villacís, ecuatoriano, 34 años
40. Eugenia María Ciudad-Real Díaz, española, 26 años
41. Jacqueline Contreras Ortiz, peruana, 22 años
42. María Soledad Contreras Sánchez, española, 51 años
43. María Paz Criado Pleiter, española, 52 años
44. Nicoleta Deac, rumana, 27 años
45. Beatriz Díaz Hernández, española, 30 años
46. Georgeta Gabriela Dima, rumana, 35 años
47. Tinka Dimitrova Paunova, búlgara, 31 años
48. Kalina Dimitrova Vasileva, búlgara, 31 años
49. Sam Djoco, senegalés, 42 años
50. María Dolores Durán Santiago, española, 34 años
51. Osama El Amrati, marroquí, 23 años
52. Sara Encinas Soriano, española, 26 años
53. Carlos Marino Fernández Dávila, peruano, 39 años
54. María Fernández del Amo, española, 25 años
55. Rex Reynaldo Ferrer, filipino, 20 años
56. Héctor Manuel Figueroa Bravo, chileno, 33 años
57. Julia Frutos Rosique, española, 44 años
58. María Dolores Fuentes Fernández, española, 29 años
59. José Gallardo Olmo, español, 33 años
60. José Raúl Gallego Triguero, español, 39 años
61. María Pilar Gámiz Torres, española, 40 años
62. Abel García Alfageme, español, 27 años
63. Juan Luis García Arnáiz, español, 17 años
64. Beatriz García Fernández, española, 27 años
65. María de las Nieves García García-Moñino, española, 46 años
66. Enrique García González, dominicano, 28 años
67. Cristina Aurelia García Martínez, española, 34 años
68. Carlos Alberto García Presa, español, 24 años
69. José García Sánchez, español, 45 años
70. José María García Sánchez, español, 47 años
71. Javier Garrote Plaza, español, 26 años
72. Petrica Geneva, rumana, 34 años
73. Ana Isabel Gil Pérez, española, 29 años
74. Óscar Gómez Gudiña, español, 24 años
75. Félix González Gago, español, 52 años
76. Angélica González García, española, 19 años
77. Teresa González Grande, española, 38 años
78. Elías González Roque, español, 30 años
79. Juan Miguel Gracia García, español, 53 años
80. Javier Guerrero Cabrera, español, 25 años
81. Berta María Gutiérrez García, española, 39 años
82. Sergio de las Heras Correa, español, 29 años
83. Pedro Hermida Martín, español, 51 años
84. Alejandra Iglesias López, española, 28 años
85. Mohamed Itaiben, marroquí, 27 años
86. Pablo Izquierdo Asanza, español, 42 años
87. María Teresa Jaro Narrillos, española, 32 años
88. Oleksandr Kladkovoy, ucraniano, 56 años
89. Laura Isabel Laforga Bajón, española, 28 años
90. María Victoria León Moyano, española, 30 años
91. María Carmen Lominchar Alonso, española, 34 años
92. Myriam López Díaz, española, 31 años
93. María Carmen López Pardo, española, 50 años
94. María Cristina López Ramos, española, 38 años
95. José María López-Menchero Moraga, español, 44 años
96. Miguel de Luna Ocaña, español, 36 años
97. María Jesús Macías Rodríguez, española, 30 años
98. Francisco Javier Mancebo Záforas, español, 38 años
99. Ángel Manzano Pérez, ecuatoriano, 42 años
100. Vicente Marín Chiva, español, 37 años
101. Antonio Marín Mora, español, 43 años
102. Begoña Martín Baeza, española, 25 años
103. Ana Martín Fernández, española, 43 años
104. Luis Andrés Martín Pacheco, español, 54 años
105. María Pilar Martín Rejas, española, 50 años
106. Alois Martinas, rumano, 27 años
107. Carmen Mónica Martínez Rodríguez, española, 31 años
108. Míriam Melguizo Martínez, española, 28 años
109. Javier Mengíbar Jiménez, español, 42 años
110. Álvaro de Miguel Jiménez, español, 26 años
111. Michael Mitchell Rodríguez, cubano, 28 años
112. Stefan Modol, rumano, 45 años
113. Segundo Víctor Mopacita Mopacita, ecuatoriano, 37 años
114. Encarnación Mora Donoso, española, 64 años
115. María Teresa Mora Valero, española, 37 años
116. Julita Moral García, española, 53 años
117. Francisco Moreno Aragonés, español, 56 años
118. José Ramón Moreno Isarch, español, 37 años
119. Eugenio Moreno Santiago, español, 56 años
120. Juan Pablo Moris Crespo, español, 32 años
121. Juan Muñoz Lara, español, 33 años
122. Francisco José Narváez de la Rosa, español, 28 años
123. Mariana Negru, rumana, 40 años
124. Ismael Nogales Guerrero, español, 31 años
125. Inés Novellón Martínez, española, 30 años
126. Miguel Ángel Orgaz Orgaz, español, 34 años
127. Ángel Pardillos Checa, español, 62 años
128. Sonia Parrondo Antón, española, 28 años
129. Juan Francisco Pastor Pérez, español, 51 años
130. Daniel Paz Manjón, español, 20 años (hijo de Pilar Manjón)
131. Josefa Pedraza Pino, española, 41 años
132. Miryam Pedraza Rivero, española, 25 años
133. Roberto Pellicari Lopezosa, español, 31 años
134. María del Pilar Pérez Mateo, española, 28 años
135. Felipe Pinel Alonso, español, 51 años
136. Martha Scarlett Plasencia Hernández, dominicana, 27 años
137. Elena Ples, rumana, 33 años
138. María Luisa Polo Remartínez, española, 50 años
139. Ionut Popa, rumano, 23 años
140. Emilian Popescu, rumano, 44 años
141. Miguel Ángel Prieto Humanes, español, 37 años
142. Francisco Antonio Quesada Bueno, español, 44 años
143. John Jairo Ramírez Bedoya, colombiano, 37 años
144. Laura Ramos Lozano, hondureña, 37 años
145. Miguel Reyes Mateos, español, 37 años
146. Marta del Río Menéndez, española, 40 años
147. Nuria del Río Menéndez, española, 38 años
148. Jorge Rodríguez Casanova, español, 22 años
149. Luis Rodríguez Castell, español, 40 años
150. María de la Soledad Rodríguez de la Torre, española, 42 años
151. Ángel Luis Rodríguez Rodríguez, español, 34 años
152. Francisco Javier Rodríguez Sánchez, español, 52 años
153. Ambrosio Rogado Escribano, español, 56 años
154. Cristina Romero Sánchez, española, 34 años
155. Patricia Rzaca, polaca, 7 meses
156. Wieslaw Rzaca, polaco, 34 años
157. Antonio Sabalete Sánchez, español, 36 años
158. Sergio Sánchez López, español, 17 años
159. María Isabel Sánchez Mamajón, española, 37 años
160. Juan Antonio Sánchez Quispe, peruano, 45 años
161. Balbina Sánchez-Dehesa Francés, española, 47 años
162. David Santamaría García, español, 23 años
163. Sergio dos Santos Silva, brasileño, 28 años
164. Juan Carlos Sanz Morales, español, 33 años
165. Eduardo Sanz Pérez, español, 31 años
166. Guillermo Senent Pallarola, español, 23 años
167. Miguel Antonio Serrano Lastra, español, 28 años
168. Rafael Serrano López, español, 66 años
169. Paula Mihaela Sfeatcu, rumana, 27 años
170. Federico Miguel Sierra Serón, español, 37 años
171. Domnino Simón González, español, 45 años
172. María Susana Soler Iniesta, española, 46 años
173. Carlos Soto Arranz, español, 34 años
174. Mariya Ivanova Staykova, búlgara, 38 años
175. Marion Cintia Subervielle, francesa, 30 años
176. Alexandru Horatiu Suciu, rumano, 18 años
177. Danuta Teresa Szpila, polaca, 28 años
178. José Luis Tenesaca Betancourt, ecuatoriano, 17 años
179. Iris Toribio Pascual, español, varón, 20 años
180. Neil Torres Mendoza, ecuatoriano, 38 años
181. Carlos Tortosa García, español, 31 años
182. María Teresa Tudanca Hernández, española, 49 años
183. Jesús Utrilla Escribano, español, 44 años
184. José Miguel Valderrama López, español, 25 años
185. Saúl Valdés Ruiz, hondureño, 44 años
186. Mercedes Vega Mingo, española, 45 años
187. David Vilela Fernández, español, 23 años
188. Juan Ramón Zamora Gutiérrez, español, 29 años
189. Yaroslav Zojniuk, ucraniano, 48 años
190. Csaba Olimpiu Zsigovski, rumana, 26 años
191. Francisco Javier Torrenteras Gadea, español, 34 años
192. Nicolás Jimenez Morán, español, 2 meses

¡NUNCA OS DEBEMOS DE OLVIDAR!

sábado, 8 de marzo de 2014

Caso Gürtel = Caso PP. Capítulo VII

Voy a transcribir literalmente la serie de artículos escrita por José María Izquierdo, veterano periodista de El País, sobre el Caso Gürtel. El interés de este foco de corrupción, hace que lo incluya en mi blog, por si alguno de los lectores no hubiera tenido acceso al mismo. Son once capítulos, fruto de un exhaustivo trabajo de investigación que merece la pena leer.
Saquen sus propias conclusiones.
Enlace: Capítulo I
Enlace: Capítulo II
Enlace: Capítulo III
Enlace: Capítulo IV
Enlace: Capítulo V
Enlace: Capítulo VI

El reino de ‘El Albondiguilla’ y sus afanosos colaboradores

Boadilla del Monte es un municipio de 50.000 habitantes al oeste de Madrid. No son muchos, pero eran menos hace muy poco: 20.000 en 2000. Producto del boom inmobiliario de la primera década del siglo XX, sus muchas zonas residenciales se han multiplicado. Como los grandes banderones de España que señalan algunas de las también muchas rotondas —carísimas, cobraba Gürtel— que jalonan la entrada al pueblo. Sus dos calles más principales se llaman —todavía hoy— Avenida del Generalísimo y calle de José Antonio. Las dos, según los informes, se acondicionaron con pagos a Gürtel. Gracioso. Además de bonitos bloques residenciales y agradables urbanizaciones, también se puede contemplar el cadáver de una Ciudad del Deporte que iba a ser y que nunca fue. Un dineral: 30,5 millones de euros. Gürtel, en el meollo.

Hoy gobierna Antonio González Terol, joven integrante del ala más ultraliberal del PP, el llamado Tea Party. Los dos anteriores —Juan Siguero, 2009-2011, y Arturo González Panero, 1999-2009— tuvieron que dimitir por su imputación en la Gürtel. No fueron los únicos. Los máximos responsables de la Empresa Municipal de la Vivienda, ese invento para hacer más cómodo el trapicheo, siguieron el mismo camino. Al primero, ya le conocemos: Alfonso Bosch. Al otro lo hacemos hoy: César Tomás Martín Morales, personaje renacentista que tan pronto hace el egipcio para recibir el sobre correspondiente, que escribe un libro de 254 páginas: Ser empresario: secretos para convertirse en un empresario de éxito en el siglo XXI. Y tiene otro más reciente, El divorcio, hoy.

Pero por favor, que nadie le quite la corona de laurel a Arturo González Panero, de sobrenombre El Albondiguilla. Es, quizá, uno de los personajes más maltratados por Correa en esas conversaciones que grabó Peñas. Allí cuenta que tiene un vídeo en el que se ve a Panero contando mucho dinero en una mesa, y que le chantajea —a pelo, para qué disimular— con enseñarlo si no cumple con sus obligaciones. Que son sencillas: enriquecer a Correa y sus cómplices, empresarios como José Luis Ulibarri incluidos, tan querido por la trama, (ver recuadro) y quedarse él mismo “con una pasta”. O sea: un trabajo fácil.

Ejemplo: la varada Ciudad del Deporte se le adjudicó a Construcciones Hispánicas, de Alfonso García Pozuelo. Quizá les suene el nombre. Por tres cosas: es uno de los donantes que figuran en los papeles de Bárcenas, con nueve entregas que suman 258.161,94 euros. Segundo: porque en 2010 pagó 20 millones a Hacienda para enjugar sus delitos fiscales con la trama, una heroicidad desconocida, y porque en el sumario Gürtel se le adjudican unos pagos a Correa de 4.192.000 euros. Aquella adjudicación tuvo lo suyo porque se hizo, sin motivo alguno, por el trámite de urgencia, lo que permitía saltarse obligaciones molestas. Se dice en los informes policiales, que curiosamente, unos 15 días después de adjudicarse el contrato, Tomás Martín Morales, el encargado de la EMV, recibía 660.000 euros en tres ingresos diferentes en su cuenta. En la primera de las entregas se puede leer “albondiguilla”, y ya sabemos de quienes hablaban.

Pero no crean que todo es de mesa camilla, porque los policías, a instancias del juez Pedreira, también descubrieron que González Panero y su exesposa (Elena Villarroya) tenían una sociedad en Suiza, Longgridge Internacional, con una cuenta en el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC-Private Bank Suisse). También aparece otra sociedad panameña, Itelsa Development Group Corporation, con cuenta en el mismo banco. El fiscal mantiene que González Panero desvió fondos a Suiza, Panamá, Miami, Portugal y Marruecos.

No están claras las inversiones en Miami, pero sí sus viajes. El 18 de abril de 2002 Panero viajó con Correa y el entonces concejal José Galeote, también imputado. Allí se unió al grupo otro amigo, Francisco Sánchez, que luego sería concejal de Sanidad e Higiene de Boadilla en 2007. Sánchez afirmó ante el juez que Panero alardeaba de “comprar en Miami y tener muchas propiedades”. En julio de 2003 Panero volvió a viajar a Miami con Correa. Informe de la UDEF, 8 junio 2009. Todos los aquí citados fueron debidamente recompensados por Correa. El juez Ruz cree que César Tomás Martín Morales, consejero delegado de la Empresa Municipal de Vivienda, obtuvo 600.000 euros; Alfonso Bosch, 250.000 euros y el exedil José Galeote, medio millón. No está mal, pero ninguno como Panero.

Porque Correa tendría en un puño a González Panero, pero El Albondiguilla no se conformaba con poquita cosa. Si se calcula que en dinero contante y sonante pudo recibir más de una entrega de 300.000 euros, en regalos tampoco estuvo mal servido. En el informe de la UDEF de junio de 2009, se detallan con labor de filtiré los numerosos obsequios. Solo en viajes costó más de 25.000 euros. Y en los hoteles, además, comía como un señor. En el esplendoroso hotel Mandarín de Miami, se liquidó 4.000 euros en tres días. En los más de 25.000 no está incluido el viaje de novios del hermano de Panero a las islas griegas, que se puso en 4.517 euros. Todo un detalle de la trama.

Decía Correa que Panero era de esos alcaldes que no saben vestir y le puso en suertes a su propio sastre. Nunca lo hiciera porque El Albondiguilla le cogió el gusto al pespunte de Rafael Caballero. Panero encargaba y Felisa Jordán se encargaba de que los pagos se ocultaran debidamente con facturas falseadas. En trajes y otras prendas, la broma superó los 10.000 euros. Súmense zapatos de Casa Exerez, 1.300 euros. También quería ver bien la tele. Sin problemas: se le compró un aparato de 4.000 euros, que ya es pantalla de plasma.

Y como premio, los locales
En Boadilla la red logró, como poco, dicen los investigadores, unos 70 millones de euros. Y eso, seguramente, si el cálculo se hace solo sobre el costo de las parcelas y no sobre el precio final, pisos o chalés incluidos en aquella época de bonanza. Un ejemplo, Panero sacó a concurso en 2005 “el derecho de superficie” de tres parcelas. Se construirían 33 locales y 178 garajes en la Avenida Siglo XXI, la mejor zona de Boadilla. El premio recayó —en una adjudicación que la oposición tachó de vergonzosa— en la empresa Rústicas MBS S.L., que luego se las pasaría a Artas Consultoría. Las dos empresas están inscritas a nombre de Ramón Blanco Balín, a quien ya hemos visto en el capítulo quinto. Esta empresa gestionaría los locales y los garajes, por un canon que pagaría al Ayuntamiento de 81.344 euros anuales. Da la casualidad de que ese importe se había fijado anteriormente en 320.000 euros. Pero la generosidad del gerente de la EMV, Alfonso Bosch, no solo rebajó la cifra hasta una cuarta parte, sino que alargó la concesión de 75 a 99 años. ¿Chollo? Quiso el destino que fuera la Caja Madrid de Miguel Blesa la que concediera a Blanco Balín -además- los créditos, de 5,9 millones y 800.000 euros, para hacer frente a la adjudicación. Los técnicos de Caja Madrid se quedaron estupefactos ante la bonanza de la operación, porque según sus cálculos se podrían sacar unos "115.000 euros mensuales", 1,3 millones de euros al año, cuando habíamos quedado que al Ayuntamiento solo se le pagaba 81.000. Y si la cosa se hubiera mantenido durante los 99 años del contrato, los beneficios hubieran llegado, en una cuenta poco sofisticada, a unos 130 millones de euros. O sea, que sí era un chollo. Aquella Artas Consultores del principio se había constituido el 22 de septiembre de 2005 con un capital social de 60.120 euros en 120 acciones, repartidas entre sociedades de Ramón Blanco Balín, el testaferro de Correa. Al día siguiente, con contratos privados, un 25% de esas acciones van a parar a Alfonso Bosch y un 20% a Martín Morales. Bingo.

La parcela, el yate... y Aznar
Una buena muestra de cómo trabajaba la trama en Boadilla la encontramos en la adjudicación de una parcela para construir 139 viviendas, más 340 aparcamientos, piscinas y pistas de pádel, en octubre de 2005. Habitat ofertó 39.100.000 euros; Alcosto, 39.040.000; y UFC, SL, una filial de Begar, la inmobiliaria del constructor José Luis Ulibarri, 35.080.000. La adjudicación fue para Ulibarri, con el argumento de que era la oferta que hacía la obra en menos tiempo: 12 meses. Por supuesto que no lo cumplió, pero ésta es una de las muchas triquiñuelas habituales en los concursos. Al cabo de los meses, y con cualquier disculpa, el Ayuntamiento amigo/comprado acuerda una ampliación del presupuesto —en ocasiones supera la oferta más cara— pero ya sin necesidad de concurso ni otras indeseadas legalidades.
A Ulibarri —un empresario potente, propietario del Grupo Begar, de gran arraigo en Castilla y León, pero con multitud de empresas en toda España— y Correa les unía una entrañable amistad. No solo asumió las obras en su chalé de Ibiza, sino que el constructor abonó ocho facturas falsas para elevar el precio de un yate del jefe de la Gürtel, para llegar hasta los 420.000 euros. Ya se contaba en el pen drive de J.L. Izquierdo. En breve: en la operación participaron 10 empresas: cinco por parte de Ulibarri (Peñalba, Begar SA, Begar Construcciones y Contratas, Conseil Cabinet y Seralia) y cinco en nombre de la trama (TCM, Easy Concept, Good and Better, Rialgreen y Pasadena). Todas las facturas por servicios prestados entre ellas, como entenderán, más falsas que un euro de madera.
Pero José Luis Ulibarri sigue siendo uno de los nuestros para el PP. Hace apenas dos meses, el 18 de diciembre, José María Aznar era la estrella de unos actos organizados por el Diario de Soria que preside Ulibarri, propietario también de un pequeño imperio mediático. En la foto que ellos mismos ofrecieron, se ve a un Aznar bien contento de lucir larga bufanda y compartir espacio con el imputado en la Gürtel. Conste que hace años Ulibarri también apretaba con fuerza la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, de quien constan en la hemeroteca grandes elogios del empresario. Cierto que era antes de conocerse sus quebrantos judiciales y su conexión con Gürtel. Aznar los conocía y no parecían molestarle.
Lástima que Soria no tenga mar, porque se podían haber dado un paseíto en el yate, si es que Ulibarri lo conserva…


©José María Izquierdo, para El País