La espera no ha tenido final feliz. Al hotel Barajas a pasar la noche. Menos mal que es un cinco estrellas (o cuatro, por el cambio de IVA de hace unos años). Parece ser que el piloto se ha puesto malito. ¡Qué pena! Me lo imagino sudando en la cama con el termómetro en la cama, arropado por su mujercita. A mi no me han arropado hoy.
Pero Iberia se portó bien, de eso no hay duda. A algunos los metieron en otro vuelo, a todos nos dio de cenar y a los que quisimos, al hotel. En un microbús muy chulo digo.
Me estuve acordando de aquellos anuncios de los 70 y 80, cuando ibas por la carretera y llegabas a destino, sudado y entumecido, y te encontrabas con un cartel que decía "Con Iberia ya habrías llegado". Daban ganas de matar a todo el mundo. Ayer no pasó.
Total, a mi que me importa, si vivo en la sala de espera de la T4.
El avíón, como la sirena, varado en espera del piloto |
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