lunes, 16 de enero de 2012

Las Islas Seychelles. El paraíso encontrado

Ideales para una escapada en pareja, las Islas Seychelles, son lo más parecido al paraíso terrenal conocido por la Biblia. Aguas transparentes, aire limpio sin contaminar, arena fina y blanca, sol radiante, exóticos y frondosos bosques, granito negro, junto con una rica gastronomía y la simpatía de sus gentes, hacen de este archipiélago, un destino maravilloso para el disfrute de cuerpo y alma.
La República de Seychelles, la componen un grupo de 115 islas, siendo las más importantes Mahé, donde se encuentra Victoria, la capital y única ciudad al uso, Praslin, Silhouette y La Digue.
Mahé, como isla principal, donde se encuentra el aeropuerto internacional, ofrece al viajero, numerosos alojamiento de lujo, todos ellos en primera línea de playa –algunos en las propias anses-, destacando entre otros, el Meridian Fisherman’s Cove, el Four Seasons Resort, el Banyan Tree, el Labriz Silhouette Mahé, el Maia Luxury Resort o el Barbarons Hotel, poco comercio tradicional y románticos, cálidos y especiales restaurantes, en los que se pueden degustar enormes salmonetes, frescos atunes a la plancha, gigantescos crabs y una sabrosa cocina creole.
El ocio nocturno es escaso, y después de cenar en algunos de los restaurantes de la isla –exquisito el Marie Antoinette, con George de maître, fantástico La Perle Noire, romántico Le Corsaire y exótico La Reduit con su sopa de toc-toc-, el casino de Victoria, ubicado en el hotel Coral Strand, es la cuasi única oferta destacable, con Jean Louis –el director, de anfitrión y envuelto en su grueso traje de franela pese a la alta temperatura ambiente-, con su terraza musical donde un grupo de artistas locales amenizan la velada con sones indígenas, donde un pincha-discos británico hace las delicias con hits de todas las épocas, y donde la zurcidora de vanidades más famosa de la isla –Dos Dólares- se va ofreciendo a los turistas despistados. Parejas en su luna de miel, ajados millonarios canadienses con acompañantes espectaculares, marineros de barcos pesqueros y grupos de amigos perdidos, se mezclan en este lugar cosmopolita y encantador.
La escasez de taxis y medios públicos de transporte, hacen necesario alquilar un vehículo. Se recomienda el mini-moke, abierto y sin cristales, con techo de lona, ya que el clima húmedo y cálido hacen de este vehículo el ideal para desplazarse por la isla, teniendo en cuenta además, que como mucho se tardarán dos horas en recorrerla entera. Cabe destacar, que el sentido de la circulación es por la izquierda, con el volante a la derecha, herencia de la colonización británica.
Anse
Praslin es la segunda isla en tamaño e importancia de Seychelles, siendo imprescindible acudir desde Mahé –apenas 30 minutos de vuelo-, por la atracción de sus contactos naturales. Imperdible es la visita al Valle de Mai, donde se puede observar al único e increíble coco de mer, en sus dos facetas, copia de la flora de los órganos sexuales masculinos y femeninos. Es brutal y epatante la similitud. No hay que perderse tampoco, el Bulbal, con su exclusivo loro negro.
En cuanto a alojamientos, el Raffles Praslin –uno de los mejores hoteles del mundo-, La Reserve con sus africanos bungalows, y Le Paradise son los más indicados.
Silhouette y La Digue, son islas menores con bastantes menos servicios que las dos principales, si bien, no se encuentran exentas de encanto. Los murciélagos y el atrapamoscas negro del paraíso, son las principales especies de fauna, que harán las delicias de los ornitólogos.
En cualquiera de estas islas, se puede practicar el buceo, el diving, ya que los fondos marinos son ricos en corales y en peces multicolores, y el mar no es muy bravo, con lo cual el riesgo es mínimo.
Los idiomas hablados en Seychelles son el francés, el inglés y el criollo. Su moneda es la rupia de Seychelles (SCR), cuyo valor frente a 1€, suele ser de 17 rupias. Su principal industria es el turismo, seguida de la pesca de atún, no existiendo ningún tipo de actividad fabril en todas las islas.
No hay compañías aéreas que vuelen directo actualmente desde España hasta este destino del Océano Indico, aunque las combinaciones que ofrecen Air Seychelles, Air France, British Airways y Emirates, desde Londres, París, Milán o Dubai, son muy convenientes para una singladura de más de 8 horas de vuelo.
Cualquier época del año, es recomendable para viajar a este paraíso aislado del mundo, donde la naturaleza abraza al visitante, donde el mismo puede encontrar una playa desierta, dejando una huella imborrable en la memoria que hará que se desee volver, para sumergirse en una forma de vida alejada de la vorágine diaria.

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