viernes, 29 de junio de 2012

Violento desahucio en Oviedo


Hoy, 28 de junio de 2012 por la mañana, a la salida del sol, como los duelos decimonónicos, hemos sido testigos de un latrocinio amparado por la caduca ley española. Hoy, 28 de junio de 2012, ha habido otro desahucio, en este caso en Oviedo. No es noticia, ya que es práctica habitual de la corrupta justicia española darle la razón de forma automática a las tan gravosas y onerosas entidades financieras, pero lo que sí es noticia es el operativo digno de película de Sam Peckinpah, célebre por sus escenas de violencia.
Créditos: Nacho Orejas (LNE)
Sabido es que en España no hay hipotecas al uso. De ahí la imposibilidad de la dación en pago. Aquí se le da el crédito a la persona con la garantía del bien, pero lo que más importa es la solvencia del individuo. Lo que ocurre es que encima de perder la propiedad, el deudor sigue debiendo una cantidad importante a la entidad financiera.
Pero vamos a lo ocurrido. Me llama la atención la dureza de las fuerzas de seguridad del Estado –entre minúsculas, lo de las fuerzas de seguridad, no merecen otra cosa-, que parecían más los camisas pardas –las S.A. nazis-en la Noche de los Cristales Rotos en la tristemente famosa Alemania de Adolf Hitler.
¿Para cuándo un operativo tan importante y violento en los focos de la corrupción? ¿Cuándo van a desahuciar a los facinerosos banqueros? ¿Y a los políticos podridos? Sería sano ver redadas en diputaciones, oficinas centrales de entidades financieras y de créditos, y por qué no, en el Senado, Congreso de los Diputados, Tribunal Supremo y diversos juzgados de España. Sería un ejercicio de higiene democrática y también mental. Mientras esto no ocurra no saldremos de la crisis, ni de la situación de podredumbre que tiene nuestro país, ya que los que nos metieron en este cuello de botella, son los mismos que quieren sacarnos del mismo. ¡Ja!
Créditos: Nacho Orejas (LNE)
Al antiguo dueño del piso de la calle Augusto Junquera de Oviedo, lo llevan detenido y esposado. A los “gurtel” se les lleva en coches de lujo. A otros les “prescibe” el delito. Otros entran y salen de sus mansiones de 600 metros cuadrados, o viven tranquilos “allende los mares”. La cúpula de la justicia vive “semanas caribeñas” en “modestos hoteles” de Marbella, o viajan en clase preferente a dar “clases” a Usuhaia.
Los ciudadanos nos comemos los marrones de una clase dirigente que olvida en el momento que está en la poltrona del poder quien es el verdadero soberano. Una clase dirigente que vive sobando al poderoso señor del dinero.
Estoy asqueado y triste. Indignado y enfadado. Pero es lo mismo, sólo soy un pobre ciudadano de a pie, al que le ponen –como a la mayoría- la bota encima del cuello.
¡Pobre Amanda, en que país ha nacido!

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