lunes, 28 de enero de 2013

Soraya, su marido y Telefónica. Cenas muy provechosas.

José Iván Rosa Vallejo, cónyuge de Soraya Sáenz de Santamaría, a la sazón vicepresidenta del gobierno de España, ha sido contratado como asesor jurídico de TISA (Telefónica Internacional S.A.)
José Iván Rosa Vallejo, abogado del estado, con puesto en el Ministerio de Hacienda, deja su labor funcionarial –por un tiempo, ya que pide una excedencia-, para dedicarse a asesorar jurídicamente a la mayor –si no me equivoco- empresa española.
Soraya y su marido (Archivo El Confidencial)
Parece ser que uno de los puntos más favorables a la contratación del señor cónyuge de la vicepresidenta es el de hablar portugués. Permítanme que lo dude.
Conozco muy de cerca el caso de una persona de 52 años, con estudios en Derecho y en Economía, con un MBA, con un Master en Marketing, que habla correctamente inglés, francés –además del español-, tiene conocimientos suficientes de alemán, italiano y portugués brasileño y chapurrea algo de chino, y experiencia de unos 25 años en empresas nacionales e internacionales y también experiencia en haber vivido en zonas como Sudamérica, Oriente Extremo, Europa y Norteamérica, al que nunca le han ofrecido un puesto de tamaña importancia. Debe ser que no es persona válida, o por otro lado, no debe de estar casado con alguien importante del partido en el poder. Eso es envidia.
Después de haber leído la noticia, tengo algunas preguntas en el aire. ¿Por qué no le contrató Telefónica antes de que su esposa fuera vicepresidenta del gobierno de España? ¿Cuántos favores del gobierno va a obtener Telefónica a cambio de contratarle? ¿Desde cuándo las entrevistas de trabajo consisten en cenas a las que se va acompañado por el cónyuge, que, casualmente es vicepresidenta del gobierno?
Días atrás hablaba del nepotismo de la señora Cospedal. Hoy no me atrevo a calificar esta contratación por miedo al código penal.
Zaplana, De Paz –cesado ya que no manda ZP-, Urdangarín, Timmermans y ahora Rosa, descansan o descansaron en las mullidas poltronas de la compañía española con más reclamaciones por ciudadano. Voy comprendiendo la prescripción de las acusaciones de información privilegiada contra César Alierta.
Telefónica pasó de estar en manos de un compañero de pupitre, a ser el destino dorado de aquellos que quieren seguir llenando sus manos de dinero y que no pasan por el antiguo INEM.
España, país de virreyes y siervos. Así ha sido siempre, y así será.

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