Fundada en el año 1927 por el empresario vizcaíno Horacio Echevarrieta, su primer vuelo comercial fue uno entre Barcelona y Madrid en diciembre del mismo año, aterrizando en el aeródromo de Cuatro Vientos en Carabanchel. En los años convulsos de la dictadura de Primo de Rivera, la creación de CLASSA (Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas S. A.) por parte del gobierno, hizo que las líneas y aeronaves de Iberia pasaran a formar parte de la nueva compañía. Una vez proclamada la II República, las líneas aéreas se nacionalizaron y se formó LAPE (Líneas Aeropostales Española), que tenía monopolio de las rutas en España.
Fue en 1937 y en plena Guerra Civil, cuando la compañía fue reactivada por el franquismo, usándola este bando como transporte exclusivo, siendo de ámbito solamente nacional.
Lisboa, Londres, París y Roma, fueron los primeros destinos internacionales, iniciados entre los años 1939 y 1940 con aviones Junkers, Breguet y Rohrbach.
En 1944, Iberia fue nacionalizada, pasando a formar parte del INI (Instituto Nacional de Industria), siendo un hito de alcance el vuelo entre Madrid y Buenos Aires, en septiembre de 1946, ya que fue la primera aerolínea mundial en volar entre Europa y América del Sur usando un aparato Douglas DC-4, que hacía escalas en Villa Cisneros (Sahara Occidental, antiguo Sahara español), Natal (Brasil) y Río de Janeiro (Brasil). Este modelo de avión prestó servicio 22 años, desde 1946 hasta 1968. En estos vuelos se comenzaron a usar azafatas (aeromozas en la terminología de la época). Tuvieron que pasar algunos años, hasta que Iberia volara a Nueva York. Fue en el año 1954, destinando los nuevos y míticos tres Superconstellation adquiridos por la aerolínea a esta rentable línea.
B727-200 |
Entrados los años 60, Iberia empezó a utilizar aviones a reacción en sus líneas, si bien aún seguían utilizándose aeronaves a hélice como el Convair 440 Metropolitan que estuvo en servicio hasta el año 1972. Se fueron incorporando aparatos Douglas DC-8 y Douglas DC-8-63 en los itinerarios de largo radio y los Caravelle franceses y Douglas DC-9 en los de corto y medio alcance.
Los primeros aviones Boeing llegaron en la década de los años 70, siendo el gigante B-747 el primero en aterrizar en Barajas, abriendo camino al popular B-727 y al poco usado B-757. La puesta en servicio del conocido como Jumbo, inició la etapa de los aviones de doble pasillo o wide body, siendo el trimotor Douglas DC-10, la siguiente incorporación de la compañía de bandera española.
En las sucesivas décadas fueron adquiridos nuevos modelos del constructor McDonnell Douglas estadounidense (fusionado en 1997 con Boeing), como el MD-80 y el MD-88, que prestaron servicio en la filial de Iberia, Aviaco (Aviación y Comercio) hasta la desaparición de la misma, pasando posteriormente a lucir los colores rojo y amarillo de la levita moderna de Iberia.
Super DC8-63 |
Las sucesivas crisis del petróleo, junto con el encarecimiento de los costes generales y una mejor racionalización de los recursos aéreos, forzaron a Iberia a tomar una importante decisión estratégica: la unificación de marca de la flota. El ganador de esta decisión fue el consorcio europeo Airbus, actual proveedor de la totalidad de aeronaves de la aerolínea española.
A-319, A-320 y A-321, forman la flota de corto y medio radio, y los A-340-300 y A-340-600, cubren el segmento intercontinental y de largo alcance.
A340-300 |
A340-600 |
Miembro fundador de One World (junto con Star Alliance el mayor grupo de aerolíneas del mundo con códigos compartidos), propietaria de una importante participación en Amadeus (programa mundial de reservas), su fusión con British Airways iniciado en el año 2009 y culminada a principios de 2011, dio lugar al nacimiento de IAG (International Airlines Group) la tercera aerolínea mundial, denominación que ampara la propiedad de ambas empresas, empresas que seguirán utilizando su marca y colores corporativos.
Hoy día Iberia, la que fue la línea con mayor tráfico con Sudamérica desde y para Europa, está inmersa en unas turbulencias que nada tienen que ver con las de la navegación aérea. La cuarta compañía europea, que posee un centro de mantenimiento de aviones en La Muñoza (Madrid) a la que acuden alrededor de 200 compañías de todo el mundo, está siendo gestionada de manera demencial por unos directivos acostumbrados al pelotazo, y su desmantelamiento como compañía puntera está al llegar, con el abandono de líneas emblemáticas como las de La Habana (Cuba), y la "obligatoriedad" de enlazar en Londres con otros destinos que en su día fueron rentables (Johanesburgo). Los más viejos de lugar se acordarán aquellos anuncios en las carreteras de España que decían, “Con Iberia ya habría llegado”.
es una lastima, con lo que fue iberia, unos politicos de mierda la han dejado al servicio de los amorales de british airways.. jodidas privatizaciones, se han cargado las compañias de lo que fue un gran pais
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