Ideales para una escapada en pareja, las Islas Seychelles, son lo más
parecido al paraíso terrenal conocido por la Biblia. Aguas transparentes, aire
limpio sin contaminar, arena fina y blanca, sol radiante, exóticos y frondosos
bosques, granito negro, junto con una rica gastronomía y la simpatía de sus
gentes, hacen de este archipiélago, un destino maravilloso para el disfrute de
cuerpo y alma.
La República de
Seychelles, la componen un grupo de 115 islas, siendo las más importantes Mahé, donde se encuentra Victoria, la capital y única
ciudad al uso, Praslin,
Silhouette y La Digue.
Mahé, como
isla principal, donde se encuentra el aeropuerto internacional, ofrece al
viajero, numerosos alojamiento de lujo, todos ellos en primera línea de playa
–algunos en las propias anses-,
destacando entre otros, el Meridian
Fisherman’s Cove, el Four
Seasons Resort, el Banyan
Tree, el Labriz Silhouette
Mahé, el Maia Luxury
Resort o el Barbarons Hotel, poco comercio
tradicional y románticos, cálidos y especiales restaurantes, en los que se
pueden degustar enormes salmonetes, frescos atunes a la plancha, gigantescos crabs y una sabrosa cocina creole.
El ocio nocturno es escaso, y después de cenar en algunos de los
restaurantes de la isla –exquisito el Marie
Antoinette, con George de maître, fantástico La Perle Noire, romántico Le Corsaire y exótico La Reduit con su sopa de toc-toc-, el casino de Victoria, ubicado en el hotel Coral Strand, es la cuasi única
oferta destacable, con Jean
Louis –el director, de
anfitrión y envuelto en su grueso traje de franela pese a la alta temperatura
ambiente-, con su terraza musical donde un grupo de artistas locales amenizan
la velada con sones indígenas, donde un pincha-discos británico hace las
delicias con hits de todas las épocas, y donde la zurcidora de vanidades más famosa de la isla –Dos Dólares-
se va ofreciendo a los turistas despistados. Parejas en su luna de miel, ajados
millonarios canadienses con acompañantes espectaculares, marineros de barcos
pesqueros y grupos de amigos perdidos, se mezclan en este lugar cosmopolita y
encantador.
La escasez de taxis y medios públicos de transporte, hacen
necesario alquilar un vehículo. Se recomienda el mini-moke, abierto y sin
cristales, con techo de lona, ya que el clima húmedo y cálido hacen de este
vehículo el ideal para desplazarse por la isla, teniendo en cuenta además, que
como mucho se tardarán dos horas en recorrerla entera. Cabe destacar, que el
sentido de la circulación es por la izquierda, con el volante a la derecha,
herencia de la colonización británica.
Praslin es la segunda isla en tamaño e importancia
de Seychelles, siendo
imprescindible acudir desde Mahé –apenas 30 minutos de vuelo-, por la
atracción de sus contactos naturales. Imperdible es la visita al Valle de Mai, donde se puede
observar al único e increíble coco
de mer, en sus dos facetas, copia de la flora de los órganos sexuales
masculinos y femeninos. Es brutal y epatante la similitud. No hay que perderse
tampoco, el Bulbal, con su
exclusivo loro negro.
En cuanto a alojamientos, el Raffles
Praslin –uno de los mejores
hoteles del mundo-, La Reserve con sus africanos bungalows, y Le Paradise son los más indicados.
Silhouette y La
Digue, son islas menores con bastantes menos servicios que las dos
principales, si bien, no se encuentran exentas de encanto. Los murciélagos y el atrapamoscas
negro del paraíso, son las principales especies de fauna, que harán las
delicias de los ornitólogos.
En cualquiera de estas islas, se puede practicar el buceo, el diving, ya que los fondos
marinos son ricos en corales y en peces multicolores, y el mar no es muy bravo,
con lo cual el riesgo es mínimo.
Los idiomas hablados en Seychelles son el francés, el inglés y el
criollo. Su moneda es la rupia
de Seychelles (SCR), cuyo valor frente a 1€, suele ser de 17 rupias. Su
principal industria es el turismo, seguida de la pesca de atún, no existiendo
ningún tipo de actividad fabril en todas las islas.
No hay compañías aéreas que vuelen directo actualmente desde
España hasta este destino del Océano Indico, aunque las combinaciones que
ofrecen Air Seychelles, Air
France, British Airways y Emirates, desde Londres, París,
Milán o Dubai, son muy convenientes para una singladura de más de 8 horas de
vuelo.
Cualquier época del año, es recomendable para viajar a este
paraíso aislado del mundo, donde la naturaleza abraza al visitante, donde el
mismo puede encontrar una playa desierta, dejando una huella imborrable en la
memoria que hará que se desee volver, para sumergirse en una forma de vida
alejada de la vorágine diaria.
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