A continuación, transcribiré un artículo del profesor VICENÇ NAVARRO, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu y Fabra y profesor de Public Policy en la Universidad Johns Hopkins, imprescindible para poder comprender la situación financiera actual de España, titulado:
¿POR QUE EL RESCATE NO ES BUENO PARA ESPAÑA?
La ayuda de los 100.000 millones de euros al sistema
bancario
español, realizada a través del Estado español, está
encaminada a
ayudar a los Bancos (sin que se resuelva el problema
financiero que
tiene España) a costa del Estado español (tanto central,
como
autonómico). Hasta hoy, y a pesar del elevado déficit
público, el
Estado español no tenía un problema de imposible solución.
En contra
de la opinión neoliberal que atribuía erróneamente la crisis
a un
excesivo gasto público, los datos mostraban claramente que
ni el
déficit ni la deuda pública tuvieron nada que ver con la
crisis
financiera. En realidad, cuando la crisis comenzó en 2007,
el Estado
español tenía superávit y la deuda pública era de las más
bajas de la
Eurozona. La explosión de la burbuja inmobiliaria –la causa
real de la
crisis económica y financiera- determinó un parón del crecimiento
económico y un rápido ascenso del desempleo, lo cual
(resultado de
la excesiva dependencia de los ingresos al Estado español
del
gravamen de las rentas del trabajo) originó el crecimiento
tan rápido
del déficit público. A mayor desempleo, menos ingresos al
Estado. No
fue el déficit público, pues, el que creó la recesión, sino
al revés, fue
la recesión la que creó el elevado déficit público. Pero, a
pesar de
ello, y aunque la deuda pública aumentó, ésta era todavía
menor que
la existente en el promedio de los países de la Eurozona.
Ahora bien,
esta “supuesta” ayuda de 100.000 millones de euros
incrementa la
deuda pública nada menos que un 10% del PIB, poniéndola ya
por
encima de lo tolerable. Es el Estado el que deberá esta
deuda, y es el
Estado el que tendrá que pagar los intereses (un 3%) a los
acreedores públicos, incrementando también el déficit
público del
Estado español. De ahí que tal “ayuda” ha empeorado la
situación y
los mercados financieros lo saben y piden intereses más y
más altos
para comprar bonos del Estado.
¿POR QUÉ ESTA AYUDA?
Esta carga innecesaria y perjudicial al Estado (y que
explica el
incremento de la prima de riesgo que la deuda pública
española ha
tenido desde que se anunció tal ayuda) es única y
exclusivamente
para ayudar a los acreedores de la Banca privada. El
problema en
España no es la deuda pública, sino la deuda privada, y son
los
Bancos los que, primordialmente a través de su
comportamiento
irresponsable y especulativo, crearon el enorme problema de
la
deuda privada y ahora son los beneficiarios de estas
“ayudas”
pagadas por el erario público, siendo los mismos que crearon
el
mayor problema financiero conocido en los últimos cuarenta
años.
El ciudadano normal y corriente, que no ha tenido ninguna
responsabilidad en la creación de la burbuja inmobiliaria,
es el que
tendrá que pagar el pato y la deuda. Es una situación
profundamente
injusta, pues es ahora el Estado el que garantizará que la
deuda de
tales Bancos se pague a sus acreedores. Es difícil diseñar
un sistema
más injusto. Lo justo hubiera sido que fueran los Bancos los
que
pagaran por sus errores y absorbieran las pérdidas. O al
menos que
se pactara entre el acreedor y el deudor la absorción de las
pérdidas.
En cambio, a partir de ahora, es el acreedor –nacional o extranjeroel
que sale siempre ganando, y nunca perdiendo. Y si no se le
puede
pagar privadamente, que sea el ciudadano medio el que le
pague a
través del Estado. Esto es lo que se llama rescate al
sistema
financiero. Y como que parte de esta deuda privada la tiene
la Banca
extranjera (y de una manera muy marcada la Banca alemana)
tal
rescate financiero es, como ha ocurrido en Grecia, Portugal
e Irlanda,
un rescate a la Banca alemana (y en menor medida a la
francesa). Y,
de nuevo, si la Banca no paga la deuda privada que tiene, la
pagará
el Estado español. Es la socialización de las pérdidas,
haciendo al
Estado responsable de la deuda bancaria.
EL PROBLEMA FINANCIERO Y DE PRODUCCIÓN DE CRÉDITO NO SE
RESOLVERÁ
Es también claro que la falta de crédito tampoco se
resolverá, y ello
se debe a que las causas del llamado problema bancario ni
siquiera
se tocarán. El problema de la Banca se basa en que el
desplome de la
burbuja inmobiliaria –la raíz del problema bancario- no se
está
resolviendo. La Banca es la primera propietaria de viviendas
vacías
(hay 3 millones de ellas según el Ministerio de Fomento). Y
el hecho
de que estén vacías es porque la población no puede
comprarlas o
alquilarlas. Y ello se debe a que los precios continúan
siendo
artificialmente elevados. Se calcula que los precios de la
vivienda
están casi un 40% por encima del precio al que deberían
estar (según
la capacidad adquisitiva de la población), y ello como
resultado del
excesivo poder monopolístico de la Banca que no quiere
bajarlos.
Sólo han bajado el precio un 15% en los últimos dos años.
Y no lo bajarán hasta que el Estado les obligue a ello. En
Dinamarca,
una casa no puede estar vacía más de 6 semanas. Aquí están
años.
Cuando se hizo la propuesta en el Parlament de Catalunya de
no
permitir o favorecer pisos vacíos, la gran mayoría del
Parlamento se
opuso, con lo cual dificultaron la resolución del tema
inmobiliario, que
está detrás del problema bancario. Y ahí está el origen del
problema
bancario. Los Bancos tienen demasiado poder. Los Bancos deberían
bajar el precio de las viviendas absorbiendo las pérdidas, y
cuando no
pudieran, deberían dejarlos colapsar (el sector bancario es
demasiado
grande en España) o nacionalizarlos (no para privatizarlos
más
tarde), a fin de garantizar el crédito. La solución es fácil
de ver desde
el punto de vista técnico. La dificultad es la resistencia
de los
gobiernos para resolverlo.
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