La situación de la economía española dentro de la Eurozona
no es nada halagüeña. Sin embargo está lejos de acercarse al llamado “corralito”
augurado por el doctor en economía y premio Nobel, Paul Krugman.
No son los fondos garantizados por ley de 100.000 euros, los
que impiden que se llegue a una situación como la de la Argentina del default, es la presencia en la Eurozona
y los intereses cruzados los que impiden que aparezca el “corralito”.
La Europa tan maltratada últimamente, debido a las duras
correcciones de Merkel y Sarkozy, saldría al rescate financiero a través del
Banco Central Europeo, ya que por esos intereses cruzados, lo que ocurrió en el
país austral allá por el 2001, es impensable hoy en España. Argentina se
encontraba aislada, y España, hoy por hoy, no. Y las situaciones de riesgo de
Irlanda anteriormente y de Grecia hoy, son más importantes que en España. No
hay que olvidarse que la primera intervención de la UE, fue en un país sajón,
Irlanda, y fue otra país sajón, Estados Unidos, quien inició la consecución de
la crisis con las actuaciones de Lehman Brothers, con lo que los llamados pigs del Mediterráneo, lo único que
hicieron fue seguir la senda.
Tal y como dice De Guindos, no se contempla un “corralito”
en España. No hay que olvidar que la medida es producida por el Gobierno, como
lo hizo De la Rúa en Argentina. Pero, como explicaba antes, las situaciones políticas
y económicas son distintas.
El sistema financiero español está tan globalizado como el
que más, y es impensable que se tomen medidas que afecten de forma impensable
al mismo, ya que las consecuencias mundiales que eso tendría serían mucho más
lamentables que los apoyos económicos a la banca. De hecho se está empezando a
llevar –ese apoyo-, con el crédito convertible que se le ha concedido a Bankia.
España pagará la deuda y cumplirá sus compromisos –aún con
los recortes sociales tan sangrantes y dolorosos-, quizás no en el tiempo que
el des-gobierno español quiere, pero los pagará. Lo que se ha de hacer es
cambiar las políticas fiscales internas, apretar a los grandes capitales y
apostar por la senda del consumo y del crecimiento, no de la austeridad por la
austeridad, junto con una re-estructuración de las instituciones políticas que
resultan tan onerosas.
Por todo lo anterior, tranquilizaría a todos aquellos
ahorradores que tengan sus dineros en las instituciones bancarias españolas. No
hay que olvidar que las bancas británicas, alemanas, irlandesas y francesas,
también sufrieron crisis más graves que las españolas –que también las tuvieron
en la década de los noventa-, y salieron adelante. Por lo cual tranquilidad.
Espero mucho que tengas razón, amigo. El miedo es que cada vez que este Gobierno dice que no va a hacer algo... El viernes pasa lo contrario :S
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