El 14 de abril de 1931, se proclamó en España la llamada Segunda República. Tal día como hoy, hace 81 años, el rey Alfonso XIII, marcha al exilio esa misma noche desde el puerto de Cartagena, zarpando desde la ciudad murciana hasta la Marsella francesa, para trasladarse posteriormente a París.
El 26 de noviembre de 1931, las Cortes españolas acusaron de alta traición al monarca, cuya acta acusatoria es la siguiente:
A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: Que las Cortes Constituyentes, en funciones de Soberanía Nacional, han aprobado el acta acusatoria contra don Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena, dictando lo siguiente:
«Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los poderes de su magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país, y, en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón y Habsburgo-Lorena. Privado de la paz jurídica, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional.
Don Alfonso de Borbón será degradado de todas sus dignidades, derechos y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de sus representantes elegidos para votar las nuevas normas del Estado español, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás ni para él ni para sus sucesores.
De todos los bienes, derechos y acciones de su propiedad que se encuentren en territorio nacional se incautará, en su beneficio, el Estado, que dispondrá del uso conveniente que deba darles.
Esta sentencia, que aprueban las Cortes soberanas Constituyentes, después de publicada por el Gobierno de la República, será impresa y fijada en todos los ayuntamientos de España, y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones».
En ejecución de esta sentencia, el Gobierno dictará las órdenes conducentes a su más exacto cumplimiento, al que coadyuvarán todos los ciudadanos, tribunales y autoridades.
Esta ley fue derogada en 1938, por el general Francisco Franco en plena guerra civil.
Constitución de 1931
La Constitución de la Segunda República española fue muy avanzada a su tiempo. Supuso el reconocimiento y la defensa de los derechos humanos por el ordenamiento jurídico español y dio un paso adelante en la organización democrática del Estado. Un tercio de su articulado, de dedicó a recoger y proteger los derechos y libertades individuales y sociales, amplió el derecho de sufragio activo y pasivo a los ciudadanos de ambos sexos mayores de 23 años y trasladó el poder de hacer las leyes en el mismo pueblo, que lo ejercía a través de un órgano unicameral que recibió la denominación de Cortes o Congreso de los Diputados y, sobre todo, estableció que el Jefe del Estado sería en adelante elegido por un colegio compuesto por diputados y compromisarios, los que a su vez eran nombrados en elecciones generales.
Los principios fundamentales de la Constitución de la II República Española fueron los siguientes:
- El principio de igualdad de los españoles ante la Ley, al proclamar a España como "una república de trabajadores de toda clase"
- El principio de laicidad, por el que se iba más allá de la mera separación entre la Iglesia y el Estado para adentrarse en un ámbito de total eliminación de la religión de la vida política.
- El principio de elección y movilidad de todos los cargos públicos, incluido el Jefe del Estado.
- El principio mono-cameral, que suponía la eliminación de una segunda Cámara aristocrática o de estamentos privilegiados y por el cual el poder legislativo sería ejercido por una sola Cámara.
- Se preveía la posibilidad de la realización de una expropiación forzosa de cualquier tipo de propiedad, a cambio de una indemnización, para utilización social así como la posibilidad de nacionalizar los servicios públicos.
- Amplia declaración de derechos y libertades. Concedía el voto desde los 23 años con sufragio universal, también femenino (el sufragio femenino se aplica por primera vez en las elecciones de 1933).
- Separación de la Iglesia y el Estado, además del reconocimiento del matrimonio civil y el divorcio.
Importantes fueron los cambios efectuados en los símbolos nacionales, siendo los más representativos, la bandera y el himno nacional. Se adoptó la bandera tricolor –morado, amarillo y rojo- como enseña y el llamado Himno de Riego (general asturiano de Tineo, baluarte importante en la Constitución de Cádiz de 1812), pasó a formar parte de los actos oficiales.
Composición de Las Cortes constituyentes en 1931
Los llamados partidos progresistas alcanzaron la mayoría de los asientos del edificio cameral, siendo el Partido Socialista con 115 escaños el mayoritario, seguido del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, con 94 y del Partido Republicano Radical Socialista, el tercero en discordia, con 59. Muy rezagados quedaron los nacionalistas y los partidos conservadores, dando la impresión hoy en día, que cuando se habla de República, se habla de izquierdas, algo muy alejado de la realidad, tal y como se demuestra con la posterior irrupción de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil Robles y con las actuales políticas neo-liberales de Francia y Alemania.
Situación actual en España
El descontento de la sociedad española con la situación de desigualdad imperante, hace que cada vez más ciudadanos, vean al sistema republicano como una salida a la misma. La monarquía, no hace nada por paliar esa sensación. Las últimas noticias emanantes del entorno de los habitantes del complejo del Palacio de la Zarzuela son descorazonadoras. Urdangarín, la opacidad en sus ingresos y gastos, los privilegios sin fin por cuna, el alejamiento de la realidad marcada por sus actos, la permanente sensación de que se encuentran siempre de vacaciones, y ahora los desmanes de Juan Carlos en Botswana y la irresponsabilidad de Jaime de Marichalar con el quinto miembro en sucesión a la Corona, hacen que muchos ciudadanos se pregunten por la idoneidad de la Monarquía, versus la República.
Acabo de leer un tuit en el que se dice: “Si el rey va a estar 45 días de baja, ¿se le podría aplicar la reforma laboral del PP, y despedirlo de su puesto de trabajo?”
Por último, no me queda más que decir bien alto, ¡VIVA LA REPUBLICA!
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