En los tiempos que corren, con una crisis galopante que
corroe al ciudadano de a pie, el lujo y el derroche, escapan de las garras de
la misma, ofreciendo múltiples alternativas de gasto, que llevan a ponerse las
manos en la cabeza.
El presente artículo, ilustra al lector de cómo se puede
gastar un millón de euros en una semana en España, sin incrementar el
patrimonio personal en base a la adquisición de cualquier tipo de bien, sean
propiedades, automóviles, joyas o ropa, ni tampoco mediante el acceso a prestaciones
de servicios de acompañantes masculinos ni femeninos, y menos aún, con la
participación en timbas de naipes y asistencias a casinos o casas de juego.
Tres primeros días
Un grupo de diez amigos parte del aeropuerto de Asturias,
con destino a Madrid en un avión privado. El coste de este desplazamiento es de
21.500 €. Cada persona, vive en un sitio distinto, y se le asigna un vehículo
de alta gama, para su desplazamiento desde su domicilio hasta el aeropuerto.
3.000 € más.
La estancia en Madrid, debe de ir acorde con las
características del viaje, con lo que el lugar elegido es el Hotel Ritz, de la capital española,
donde se alquilan diez suites, con un
precio de 2.655 € por día y persona y con el desayuno incluido en la
habitación, faltaría más. Como hay que llegar desde la terminal de aviones
privados de Torrejón, hasta la Plaza de Neptuno, es necesario contratar un
servicio de limusina en el hotel, que asciende a la nada despreciable cifra de
200 € por vehículo. Una botella de Ruinart
Blanc de Blancs (141 €) aguarda helada en cada habitación, junto con un bol
de fresas, en concepto de bienvenida al establecimiento hotelero.
Madrid, es una ciudad grande, extensa, donde movilizarse
requiere de automóvil. ¡Qué mejor que diez coches modelo Ferrari 450! Cada unidad de esta máquina italiana, supone una
cantidad diaria de 10.950 €, eso sí, sin combustible, pero con navegador GPS, y
aparato de alta definición musical, cuadrafónico. Se necesitan diez vehículos,
uno por cada visitante.
El estómago aprieta, y se debe de satisfacer su necesidad,
acudiendo a horas de primera tarde, al restaurante Horcher, frente al parque del Retiro, y zamparse un menú
degustación centroeuropeo de 350 € por comensal, regado con cinco botellas de Valbuena Vega Sicilia (400 € unidad) en
cuanto a tintos y cinco de Barón de
Ladoucette (80 € cada una) en blancos. Las copas de calvados, son obsequio de la casa.
¡Ah la noche madrileña! Antes de salir a disfrutarla, es
preciso acercarse por cualquiera de las marisquerías de alto standing, que
pueblan sus calles. Centollos del Cantábrico, almejas de Carril, langostinos
del Mar Menor, percebes del Cabo de Peñas, ostras de Arcade, langosta de Maine,
junto con gambón de Huelva y unas navajas de las Rías Baixas, componen el menú
principal de una cena marinera, bañada toda ella, con los mejores Albariños gallegos. 400 € por persona, es el precio
equilibrado de este frugal y dietético banquete. Sin embargo, la noche no
termina ahí. Es preciso visitar la sala VIP de cualquiera de las discotecas de
moda, cuyo pase –eso sí, con champán francés incluido- cuesta 2.500 €.
Repitiendo algo similar por cada día, y acudiendo a Lhardy, Casa Lucio, Sergi Arola o Sant Celedoni, el gasto total de esta
estancia en Madrid, asciende a un total de 545.000 € aproximadamente, IVA
incluido.
Días cuarto, quinto y sexto
Para todo aquel asturiano que se precie, el mar es
fundamental en su vida. Es necesario oler a salitre. Para tal fin, el grupo de
amigos vuela a Barcelona desde Madrid, en avión privado por supuesto (23.000
€), dejando las limusinas del Ritz en
la terminal de Torrejón (2.000 €), con la intención de alquilar un barco que
les lleve a las costas ibicencas. 90.000 € diarios, en los que se incluye todo,
excepto el amarre y el combustible, cuesta hacerse con los servicios de un yate
provisto de 10 suites, 2 lanchas de alta velocidad y un helicóptero, entre
otras comodidades.
El atardecer en Ibiza es famoso en todo el mundo, y que
mejor homenaje que hacerle al astro rey, que brindar con varias botellas de Vodka Diva Premium (2.700 € la más
barata), saboreando unas latas de Beluga
Mahi Iraní (700 € los 200 gramos).
La estancia en el barco hace que estén cubiertas todas las
necesidades, excepto las de la juerga nocturna. Ibiza invita a la noche. La
noche se siente invitada, y locales como Pachá
o Space Disco, son los más adecuados
para bailar, oír música y ver gente diferente, al precio de 15.000 € por pase
VIP, para las tres noches de estancia.
La factura de estos tres días es de unos 410.000 €
Ultimo día. Regreso a casa
Llega la hora de volver a la cotidianidad. El avión privado de
15 plazas –hay que viajar holgado- de asientos de cuero y Moet en las copas de cristal de Sevres,
de 40.000 € IVA incluido, aguarda en el aeropuerto. Los diez sufridores se
suben al aparato sin mirar atrás. A la
hora y media llegan al aeropuerto de Asturias, despidiéndose de la gentil
tripulación y entrando en los coches de lujo que les esperan a la salida de la
terminal, para devolverlos a sus domicilios, recordarán, con nostalgia la
semana en la que se gastaron un millón de euros. 200 € de propina darán a los
conductores por el buen servicio, a los que habrá que sumar los 3.000 € del
servicio.
Soñar no cuesta nada. La obscenidad es caprichosa. En
tiempos complicados siempre hay alguien que no los sufre. Es posible gastarse
un millón de euros en España, en una semana, siempre que se tengan, y que se
quieran gastar. ¿Merece la pena?
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