Hay que ser claros: el gobierno de Rajoy y el partido que lo
sustenta, son honestos y consecuentes a más no poder. Lo están haciendo bien.
No me critiquen antes de seguir leyendo. Voy a diseccionar
la afirmación.
El gobierno de Rajoy es honesto porque sigue a rajatabla su
auténtico ideario, Da igual lo que prometieran en la campaña electoral, porque
su hoja de ruta –no la oculta, la real- siempre buscó la diferenciación entre los
españoles. Arriba los poderosos y acaudalados, y debajo el resto. Por fin han
conseguido lo que durante muchos años buscaron con enfermiza ansia: la
destrucción de la clase media y la privatización de los servicios con objeto de
enriquecer a los grupos de presión que lo sustentan.
Siguiendo los pasos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan,
dirigentes nefastos para las economías sociales de sus países, e imbuidos como
ambos de la línea de pensamiento de Milton Friedman de la Escuela de Chicago,
los muchachos del PP, están intentando culminar la obra iniciada por su factotum
José María Aznar: la destrucción del Estado de Bienestar. Pero, ¿lo
conseguirán? En nuestras manos está.
Las medidas sangrantes con los más desfavorecidos
–desempleados de larga duración, desempleados mayores de cincuenta años,
jubilados y dependientes-, no son más que un primer paso para un cambio del
sistema. Del Estado Social de Bienestar, al Estado Neo-Liberal absoluto.
El caso de Chile
Piloto en aplicar la Doctrina del Shock –véase a Naomi
Klein-, Chile fue caldo de cultivo en el desarrollo de las infames teorías
surgidas en Chicago.
Al igual que lo que ocurrió en la época post-Allende, las
mentes pensantes de la FAES –verdadero programa electoral del PP-, buscan la
destrucción de lo social. En el hermoso país andino es obligatorio, si trabajas,
afiliarte a una ISAPRE (Institución de Salud Previsional) privada y a una AFP
(Asociación de Fondos de Pensiones) privada también. Eso de la jubilación
estatal y de la asistencia sanitaria universal no existe. Todo es privado. Es
como si ahora nos obligaran en España a comprar todos los días una barra de
pan, pero comprarla exclusivamente en unas tiendas determinadas.
Lo de las pensiones en Chile, es capitalismo salvaje puro y
duro. Uno no sabe, más o menos lo que va a cobrar cuando se jubile, ya que el
monto de la pensión dependerá de las inversiones que la AFP haga en bolsa. Lo
“vendieron” –sobre todo Hernán Büchi, ministro de finanzas en la primera época
de los Chicago Boys con Pinochet-, como algo maravilloso, ya que esas empresas
iban a “cuidar” de los pobres jubilados. Pero resulta, que esos dineros eran
cautivos. Es decir, no puedes usarlos nunca –repito nunca- hasta tu edad de
jubilación. Si te mueres antes, pues, te jodes. Si necesitas esos montos por
una urgencia, pues te jodes también. Conozco casos –más de uno-, en los cuales
una familia, se había quedado en paro –en Chile no había seguro de cesantía-,
con una hipoteca –fondos mutuos- en una entidad financiera de tantos millones
de pesos. Esa misma familia, tenía un “ahorro” de otros tantos millones de
pesos en la AFP propiedad de esa misma entidad financiera. Resultado sin
negociación. Si no puedes pagar la hipoteca, te ejecutan la casa –y los bienes
muebles de dentro también-, lo pierdes todo, porque la AFP, tiene que cuidad de
ti para cuando seas “viejito”. Puedes a vivir debajo de un puente, pero esos
sí, con unos ahorros que le dan beneficio a las entidades, ya que de tus
aportaciones te descuentan unas importantes cantidades en concepto de gestión.
A esto nos quieren llevar.
Lo de la sanidad, es igual. Si sufres un accidente y no
tienes ISAPRE con buena cobertura, vas a la Posta, y eso es entrar en los años
50. Monjas con cofias inmensas, lámparas de balón colgando del techo, camas con
barrotes en la cabecera. Años 50 del realismo italiano. Y aún teniendo un buen
seguro privado, si no estás en posesión de una tarjeta de crédito o chequera
bien repleta, no te atienden. Primero te cobran –verificando en el temible
Dicom tu historial de crédito-, y luego la aseguradora te reintegra –rápido,
eso sí- el pago. Ya no os digo si se sufre una llamada “enfermedad
catastrófica”. Ahí, si no tienes “plata” de verdad, te arruinas, aunque te
pueden financiar en cómodos plazos el tratamiento que supere el “arancel”.
Conozco varios casos de quiebra por estos motivos.
¡Y que vamos a decir de la educación! Si no pagas un colegio
privado, tus hijos están condenados al ostracismo total. Pero, con un sueldo
medio de unos 400.000 pesos (550 euros aproximadamente), ¿quién puede pagar
300.000 pesos (425 euros) al mes por hijo para darle educación? Solo aquellos
que ganan más de 2.500.000 (3.500 euros) de pesos al mes, los llamados ABC1,
que suponen menos del 5% de la población.
La universidad está igual. Se han de pagar, mediante letras
o cheques por anticipado, todos los meses que componen la etapa educativa. Por
ejemplo, Derecho son cinco años, es decir 60 meses. Pues el alumno ha de pagar
los 60 meses de un plumazo, o bien entregar 60 letras o 60 cheques que se le
descontarán a mes adelantado. Es importante saber que el coste de un mes, es el
equivalente a un año de matrícula en España antes de la subida de Wert.
Muchas más cosas se podrían escribir, pero como ejemplo tres
botones.
Chile es el paraíso neo-liberal soñado para España por el
ínclito José María Aznar. Analicen ustedes lectores lo que nos puede esperar.
La destrucción del Estado de Bienestar
Las últimas medidas del PP, van orientadas a crear una
privatización de los servicios por el maquiavélico método del desprestigio de
lo público. “¡Lo público no funciona!”, no se cansan de gritar a los cuatro
vientos. “Hágase usted un plan de
pensiones. Le irá mejor”. “Compre usted un igualatorio médico. De esa manera no
tendrá lista de espera”.”Sus hijos tendrán más futuro si van a un colegio
privado segregado”. Estas y otras son frases pronunciadas desde hace mucho
tiempo por miembros destacados y no tanto del partido de la derecha española.
El desvío de fondos a la enseñanza privada –como ocurre en la Comunidad de
Madrid-, es otra de las estrategias consensuadas, ya que es uno de los pilares
básicos –junto a la sanidad- de un estado avanzado, igualitario y de derecho.
Cargándose la sanidad, la educación, la protección a los desempleados y el
poder adquisitivo de los jubilados, desmoronan las cuatro patas fundamentales
del estado de bienestar, creando los cimientos para el nacimiento de un estado
neo-liberal, en el cual podrán destacar solamente aquellos que puedan
pagárselo.
¿Por qué tanta Universidad Privada aparecida en los últimos
años? ¿Cuál es el motivo de la inversión de Sanitas –de capital británico- de
unos 300 millones de euros en estos momentos? ¿A qué se deben los desmesurados
beneficios de la controvertida empresa Capio, gestora de hospitales en la
Comunidad de Madrid y en Castilla La Mancha? ¿Cómo es que ciertos directivos de
esta empresa –Capio- se han enriquecido en muy poco tiempo, permitiendo a los
mismos adquirir mansiones en Ibiza, Londres y Cataluña por valor de varios
millones de euros? ¿Cómo es que esos mismo directivos tienen a sus familias en Londres
y ellos se desplazan semanalmente a Madrid en lo que se llama –famoso por
Dívar- semana caribeña?
El PP ha empezado a sacar los cañones de la destrucción, y
amparándose en que no hay alternativas, comenzó a tirar andanadas a la clase
media con el fin de aniquilarla. No solo quieren aniquilarla, también
humillarla. Como ejemplo la reacción de Andrea Fabra y las explicaciones de
Rajoy cuando rebajaba la prestación por desempleo a partir de los seis meses.
Los ciudadanos hemos de reaccionar
Ante tal desmesura, los ciudadanos españoles no nos podemos
quedar de brazos cruzados. No podemos dar a los políticos –a cualquiera de
ellos- un cheque en blanco para que lo cubran de forma inmisericorde. Debemos
de plantar cara, aunque sea de forma pequeña y testimonial. Debemos de plantear
alternativas, que las hay. Por ejemplo, el solicitar un IVA de más del 33% a
los artículos llamados de lujo como había antaño. O como forzar la aplicación
del IBI a la Iglesia Católica y resto de confesiones. Como solicitar la supresión
del Senado y de las Diputaciones. Como denunciar a aquellos que sabemos
funcionan en economía sumergida de forma habitual. Como negarnos a pagar las
cuentas a través de las entidades financieras. Como exigir una subida de
impuestos en el IRPF a aquellas rentas superiores a 90.000 euros. Como subir
los impuestos de sociedades a aquellas que tengan beneficios. Como la
aplicación de tasas específicas a las operaciones financieras especulativas.
Como fomentar el no-rescate a la banca con el esfuerzo de los ciudadanos. Como
la persecución de los paraísos fiscales. En fin, hay muchos más “comos”.
El tiempo pasa, el reloj no descansa y la ideología del PP
cada vez cala más en ciertos sectores. Apoyado por el Opus Dei, por ciertos
medios de comunicación y por los lobbys interesados, las huestes destructoras
del partido en el gobierno van alcanzando sus últimos objetivos.
¿De qué me suena eso de “En
el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas
nacionales sus últimos objetivos. La guerra ha terminado.”
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